'Le Monde' celebra el traspaso de poderes con una fiesta multitudinaria

A última hora de la mañana de ayer fue anunciado "el misterioso secuestro del nuevo director de Le Monde, André Laurens". En un clima de gran emoción, Jacques Fauvet, su antecesor, declaró: "Me resigno a prolongar mi mandato". Esta es la noticia del último minuto del número extraordinario, humorístico, que publicó el serio, sesudo y conocido diario independiente parisiense para celebrar el traspaso de poderes, de Fauvet a Laurens, y que fue repartido entre los 3.000 invitados a la gigantesca reepeción organizada, con tal motivo, en el hall de la Opera de París.

Todos los monstruos sagrados del diario más austero, en el fondo y en la forma (sin fotos), del hexágono galo, desde Fauvet a André Fontaine, han colaborado en el Le Monde de risa, cuya información escandalosa de primera página reza: La cumbre de la Opera. Refiriéndose a este número excecpcional, en su discurso de despedida, Fauvet anotó: "Os probará que, en contra de la leyenda tenaz,no siempre nos tomamos en serio".El cambio de director de Le Monde se efectuará el próximo día 1 de julio. A Fauvet le ha llegado la hora del retiro, después de doce años. Con este guateque multidimensional, los mil y pico empleados del diario más influyente de Francia parece ser que han querido declarar el alto el fuego de una especie de guerra civil que les enfrentaba desde que, hace más de dos años, la redacción, según lo estipulan los estatutos, se dividía para encontrar el nombre del hombre más poderoso de Francia, después del presidente de la república.

Acuerdo de redacción

Por fin, el hombre tranquilo, hijo de españoles, meridional frío, según su propia autodefinición, Laurens, 42 años de edad, número dos de la sección de política, fue aceptado recientemente por todos sus colegas de la redacción. Anteanoche, en la Opera de Paris (que alquila el Estado para este tipo de festejos por cinco millones de pesetas, aunque a Le Monde se lo cedió graciosamente el Ministerio de Cultura), se celebró el evento en presencia de representantes de todo. el planeta. El primer ministro, Pierre Mauroy, sus ministros, hombres de negocios, hombres y mujeres. de alto copete de todos los sectores y firmamentos, embajadores de todo el mundo, al lado de los periodistas, administrativos, obreros y empleados del diario, crearon la fiesta.Las dos primeras figuras del espectáculo actuaron tras haber apretado las manos de más de 3.000 personas. El nuevo director respondió inmediatamente a la pregunta de actualidad en París, ¿qué va usted a hacer con Le Monde?. Laurens: "Vamos a hacer Le Monde. La continuidad en lo esencial será la línea directriz de la nueva era de un diario al que se le acusa últimamente de estar demasiado apegado al nuevo poder socialista". En relación con esa denuncia Laurens afirmó que, de todos los principios que han hecho de Le Monde lo que es, no olvidará, sobre todo, el esencial, que es mantener "la independencia política y económica de nuestra casa".