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El Madrid ganó la Copa y salvó su temporada

ENVIADO ESPECIAL El Madrid jugará la Recopa el año próximo. Ganó su copa número quince y salvó así su temporada, consiguiendo, al menos, un título. Por juego lo mereció menos que el Spórting, pero fue más práctico en momentos concretos, al aprovechar un doble fallo del rival y una genialidad de Juanito. En los últimos minutos se notó, incluso, su mayor frescor físico al no haber jugado el domingo, y no le costó trabajo frenar los intentos gijoneses de empatar. Hasta pudo aumentar su ventaja.

El 4-3-3 madridista, más armado, se impuso en los minutos iniciales al 4-4-2 del Spórting y antes de que el conjunto gijonés tuviera tiempo de asentarse en el campo encajó el primer gol en un doble fallo de Rivero y Jiménez. Sin embargo, el regalo no le sentó nada bien al cuadro blanco, que esta temporada ha aprovechado bien pocas cosas. A partir de entonces, sus precaucaciones fueron exageradas y hasta el minuto 28, en que Del Bosque lanzó un tiro lejano y malo, ni siquiera se acercó a puerta.

Las basculaciones de García Hernández y Del Bosque -éste bajando muchas veces hasta la posición de defensa libre- no pillaron ya de sorpresa al Spórting, que mandó toda la primera parte en el terreno. Uría sujetó a Juanito, salvo en la colada del malagueño en el minuto 34, que le supuso la tarjeta a Redondo. Fue la segunda y única situación de peligro que tuvo el Madrid. Un minuto antes Ferrero y Abel pudieron ya marcar en otra escapada del argentino, y uno después vino el penalti de Camacho a Joaquín, que se le había ido desde el centro del campo.

La labor del centrocampista gijonés, junto a las habituales subidas de Mesa, al que no pudieron frenar ya ni Del Bosque ni García Hernández, fueron decisivas para aumentar la presión rojiblanca favorecida, además, por el tremendo viento.

Agustín, que hizo dos grandes paradas, volvió a dar angustia en un córner, al perder un balón claro ante el propio Abel, poco afortunado ayer. Pero si las dos puntas gijonesas estuvieron demasiado solas o apoyadas a destiempo por sus centrocampistas, al menos lo estuvieron, porque Ito y Cunningham, bien vigilados por Pereda y Redondo, ni existieron. Sólo la cabeza de Santillana volvió a crear peligro, como en el primer gol, y dos minutos antes del descanso perdió Juanito la mejor ocasión blanca al disparar alto un servicio suyo.

La segunda parte se inició también con mejor juego del Gijón, más suelto ahora al contraataque, pese a jugar contra el viento, y con un Ferrero inspirado como en sus mejores días. Agustín evitó con una espléndida, salida un tanto seguro ante un cabezazo suyo y paró a continuación un disparo de Andrés (el centrocampista gijonés más irregular) -tras la mejor jugada del partido, en la que el extremo dejó sentado en dos ocasiones a Stielike, algo muy sintomático.

Sin embargo, el Madrid no se arredró, con más firmeza que otras veces, y una genialidad de Juanito de las que, si salen, pueden suponer un partido dejó hecho el gol a Angel. Fue injusto, por el juego de ambos equipos hasta ese momento. Cuando Del Bosque se lesionó y tuvo que dejar el sitio a Angel, el partido parecía rojiblanco, pero cuatro minutos después sucedió lo contrario.

El Madrid, tras su segunda ventaja, no cometió ya el error de quedarse atrás y siguió con fuerza en los marcajes, por lo que apenas pasó peligros. El cansancio gijonés se hizo patente y la huelga pasó su factura. El conjunto blanco, honrado al mantener su postura de no jugar el domingo, resultó favorecido a la hora de sostener su ventaja. La fortuna, que parecía haber vuelto la espalda al Madrid esta temporada, siguió perjudicando a un Spoting sin Copa y aún con el peligro del descenso.

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