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Las federaciones nacionales no podrán invertir los presupuestos dedicados a instalaciones deportivas

Luis Gómez

Desde el pasado 30 de marzo, la política deportiva del Consejo Superior de Deportes está servida: el pleno aprobó las directrices generales y en días anteriores se presentaron a la luz pública las subvenciones que en este año se destinarán a federaciones. El pasado año, cuando parecía evidente que hacía falta el dinero, sobraron dos mil millones de pesetas. En 1982 el resultado puede ser similar. Las federaciones no podrán invertir los presupuestos dedicados a instalaciones porque no tienen tiempo para realizar sus proyectos.

Antes de que finalizara 1981, el Parlamento aprobó los presupuestos para el deporte, presupuestos en los que no estaban incluidas aquellas cantidades que, procedentes de las quinielas, pasan a las diputaciones para que éstas lo destinen al deporte. En total, el CSD controlará en 1982 una cantidad aproximada de 14.701 millones de pesetas, cantidad que en algunos capítulos se puede considerar como suficiente para comenzar a desarrollar una efectiva política deportiva. Dicha cifra se repartía en tres apartados: el dedicado, a funcionamiento del Consejo superior de Deportes - (1.741 millones de pesetas) promoción del deporte (5.364 millones de pesetas) y contrucción de instalaciones (7.569 millones de pesetas). Todo este dinero será repartido por el CSD en virtud de unos criterios que no están detallados en su totalidad, tazón por la cual muchos dirigentes siguen pensando que existe un campo abierto para la arbitrariedad en la, concesión de cantidades, hecho que anteriormente sucedía con frecuencia y que provocaba una interminable procesión hacia el órgano rector del deporte, en busca de favores.

Federaciones

Cerca de 5.435 millones de pesetas se destinan este año a las federaciones, cantidad superior a la que éstas han recibido en años anteriores. Sin embargo, la protesta de sus presidentes ha sido clara y sorprende, por cuanto ellos pensaban, y es cierto, que en 1982 iban a disponer de más dinero. La contradicción no es nueva cuando se trata del dinero del deporte.En síntesis, las federaciones han recibido su dinero en tres partes: una, para deporte de alta competición, otra, para gastos de promoción y mantenimiento, y una tercera, para construir instalaciones. Sin embargo, y a pesar de que las cantidades estaban aprobadas en el Parlamento desde hace medio año, las federaciones: no han conocido sus cifras hasta hace sólo unos días.

Nadie entiende a qué se ha debido el retraso, pero en el primer trimestre se han visto obligadas a funcionar sin saber con qué dinero contaban. Luego, y sin previo anuncio, el Consejo Superior de Deportes inventa un plan trienal de inversiones para construcción de instalaciones, dinero del que van a poder disponer las federaciones y que, presumiblemente, puede quedar ocioso a final de año. Dicho plan es uno de los aspectos más curiosos del año 1982.

Para no repartir arbitrariamente un dinero destinado a instalaciones, el Consejo Superior de Deportes hizopúblico un plan trienal, en el que no se detalla qué concepción global tiene. En dicho plan, que prevé una cifra de 1.696.956.000 pesetas para este año se destina para las federaciones, a fin de que éstas lo empleen para construcción de instalaciones. Lo extraño viene cuando casi ningún presidente tenía conocimiento de este plan hasta que fue presentado y, además, el Consejo Superior, de Deportes anuncia que las federaciones. tienen el plazo de un mes para presentar sus proyectos. Es decir, hay federaciones que, de pronto, se encuentran con que disponen de una cantidad que no conocían y que tienen que sacarse un proyecto de la manga para no perderla.

En las federaciones consultadas por EL PAIS se daba como imposible el cumplimiento de este plazo, puesto que detalles como son los de terrenos, ubicación de la instalación, proyecto del arquitecto, etcétera, son largos de realizar. Presumiblemente, muchas federaciones van a perder este dinero ante su indignación e impotencia.

Política deportiva

Sorprendente resulta también la presentación de un programa de política deportiva, para la aprobación ante el pleno del CSD, cuando sólo falta un año para las elecciones generales. Aun cuando muchos pretenden afirmar que el. deporte no tiene nada que ver con Ia política, lo cierto es que el cargo de secretario de Estado, actualmente Jesús Hermida, es un puesto de directa designación política. Jesús Hermida presentó su política deportiva en el que puede ser su último año de mandato.Por otra parte, el pleno no acogió esta presentación con entusiasmo, y criticó que se presentara tan tarde y después de que ya se conocen los presupuestos. Muchos dirigentes piensan que lo lógico hubiera sido discutir primero la política deportiva, para luego confeccionar los presupuestos bajo el criterio de esta política. El CSD hizo lo contrario.

Otras cantidades

Dentro de los apartados de que consta el reparto de cantidades al deporte destacan cifras que van a constituir veladas guerras entre el CSD y algunas instituciones. Por ejemplo, y en el capítulo de instalaciones, se destinan 565 millones de pesetas para comunidades autónomas (420 para Cataluña y 145 para el País Vasco).Para corporaciones locales se destina la respetable cifra de 4.325 millones, En este apartado, la lucha política está ya desencadenada entre el CSD y corporaciones gobernadas por socialistas y comunistas. El pasado año, el CSD no repartió toda la cantidad de que disponía en este capítulo. Las corporaciones locales protestan continuamente porque desconocen las cantidades que van a recibir y cuándo.

Capítulo curioso es el destinado a agrupaciones deportivas (veinte millones de pesetas), -cuando todavía no está aprobada una orden ministerial sobre su funcionamiento y constitución. Es decir, que legalmente no existe ninguna agrupación, por lo que esos veinte millones carecen actualmente de destinatario.

Para actividad de tiempo libre, poco detallada, se destinan cantidades importantes en comparación con otros años, casi trescientos millones de pesetas. Pero no existen criterios; el primero que se ponga en la cola o el que caiga más simpático se llevará la aportación que solicite. Aquí entrarán en juego las influencias.

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