'Esa pareja feliz', una película para la historia

Si se quiere descubrir en su auténtico valor, Esa pareja feliz es una de esas películas que hay que ver con un ojo puesto en ella y el otro en sus alrededores, en su tiempo, en el cine que se hacía entonces y en lo que rompió de él. Quienes sigan el ciclo dedicado a Fernando Fernán Gómez cuentan con una buena referencia comparativa si, la semana pasada, vieron Balarrasa, rodada un año antes que Esa pareja feliz. Procuren comparar, mientras ven esta última, algunas diferencias de estilo que aparecen en ella respecto de Balarrasa. Son mucho más que de estilo, vistas de cerca.La primera, y fundamental, es el lenguaje, con el doble sentido que este tiene en cine: lenguaje fílmico del director y lenguaje hablado de los personajes. El vuelco de una película a otra es, en este aspecto, enorme. Esa pareja feliz está concebida desde otra galaxia. TVE nos permite, al programar una tras otra Balarrasa y Esa pareja feliz, acompañar al cine español en uno de sus puntos sin retorno: una mutación de lenguaje y, por lo tanto, de mentalidad. Es el comienzo de una década crucial: años 1951 y 1952. Esa pareja feliz no es una gran película, pero después de ella nada volvió a ser lo mismo en el cine español.

Es esta la primera película de los dos directores sobre quienes gravitó ese punto sin retorno, Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga. Dos personalidades muy diferentes, sobre las que se apoyan dos cineastas que después se manifestaron casi opuestos, pero que allí, en los orígenes, coincidieron sin esfuerzo. Esto da a su película, vista desde ahora, cierto carácter paradójico, pero con la particularidad de que se trata de una paradoja muy expresiva y rica. Al rodar juntos Esa pareja feliz, estos dos pioneros sacaron a la luz sus identidades. Sus diferencias saldrían a relucir más tarde, en Bienvenido Mr. Marshall, cuyo guión hicieron juntos con Miguel Mihura y acabó realizando solo Berlanga, que comenzó a sacar allí a flote su visión del cine.

Pero antes, en Esa pareja feliz, la coincidencia había sido natural, porque era una identidad en las negativas. El filme, apacible y sencillo, escondió en su tiempo un alto valor polémico, pues era, más que un ejercicio afirmativo, un rechazo del cine que se hacía, lo que al mismo tiempo le otorgó cierta condición programática. Es Una pareja feliz cine sobre cine. Algunas escenas hacen salir a flote esa su condición polémica, como la del rodaje del dramón histórico, que era una chanza contra los Orduña y sus reinas mártires o locas. Pero no sólo en esto, sino en la tonalidad de la historia, muy influída por el neorrealismo italiano, y en la manera de estar el actor ante la cámara, se percibe el giro de un viaje sin vuelta.

Esa pareja feliz se emitirá esta noche a las 21.35 horas por la primera cadena.