Buena música y ternura tonta

De Irving Rapper no pueden esperarse milagros, ya que es uno de esos olmos que río da peras ni con el mejor injerto. Contratado durante muchos años por la marca Warner Brothers, fue en ella un leal e imaginativo servidor de la política del estudio, de la que no se salió ni un milímetro.Tal vez por pago a los servicios prestados, los duros hermanos Warner se enternecieron con su buen Irving y le dieron ocasión para hacer dos películas de las llamadas de calidad. Una, The Brave One, le salió pretenciosa; y la otra, El zoo de cristal, basada en la excelente obra del Tennessee Williams, cursi.

Rapsodia en azul es una más de la larga serie que Hollywood dedicó a la vida y milagros de los más celebrados músicos norteamericanos. Es de 1945 y, no hace falta decirlo, trata de la biografía de George Gershwin. El mismo año se rodó la vida de Cole Porter, Noche y día, con Cary Grant; en 1939, Irving Berlin, con Tyrone Power; en 1953, Música y lágrimas, sobre Gleen Miller, con James Stewart; en 1956, Eddie Duchin, con Tyrone Power otra vez; en 1956, una historia de Benny Goodman, y en el 59 otra de Red Nichols, Cinco peniques, con Danny Kaye. Y seguro que hay más.

El género biográfico hollywoodense suele ser insoportable. Se trata de filmes ad maiorem gloriam, beatos, melindrosos y cómplices, con renuncia por antelación a cualquier valor cinematográfico y sin mayor interés que la reproducción, por lo general parcial y afectada, que algunas páginas -en este caso musicales- conocidas del biografiado. Cole Porter, después de ver su melodramática biografía en cine, quedó preso de un incontenible ataque de risa. Es perfectamente posible que Gershwin tuviera otro de llanto.

Rapsodia en azul se emite el domingo a las 15.30 por la primera cadena.