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Tribuna:Me pagan por esto
Tribuna
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Manos ocultas

Jorge M. Reverte

Es tu oportunidad. Puede que nunca más se te vuelva a presentar otra ocasión semejante. El enorme editorialista te pide, con voz entrecortada por virulentos ataques de tos, que le completes su trabajo del día. Es muy sencillo, afirma:-Se trata únicamente de dar una versión equilibrada de los hechos. Si hubieras vivido lo que yo, sabrías que nadie tiene la razón al ciento por ciento que nadie posee toda la razón. Excepto nosotros, claro.

Un nuevo ataque de tos interrumpe su última ironía antes de dirigirse hacia el lecho del dolor Más encorvado que nunca, más sin afeitar que nunca. Cuando su sombra dobla la esquina del pasillo, te afanas sobre la máquina de escribir poseído por la conciencia de que cientos de miles de voluntades quedarán marcadas de forma indeleble por el peso de tus argumentos. Y escribes:

"La expulsión de un grupo de destacados militantes por la dirección del PCE y el movimiento solidario que esta decisión administrativa ha provocado entre los cargos municipales de la provincia de Madrid han puesto de manifiesto la mezquindad de una dirección política incapaz de hacer frente a sus propias responsabilidades. Hay una mano oculta en la crisis del PCE, pero esa mano no está detrás de los renovadores".

-Brillante.

El encargado de Opinión no puede menos que inclinarse ante el despliegue.

-Ahora sólo te queda explicar lo de la mano oculta y te vas a casa.

Lo tenías ya previsto. La noche antes, en un restaurante chuletero del viejo Madrid, has asistido a una cena en la que los comensales no intentaban guardar las formas. El diputado Fernando Sagaseta, el ex cura Francisco García Salve y algunos otros miembros o ex miembros del partido comunista se reúnen para preparar la existencia de un partido realmente comunista, que no renuncie a los principios básicos y sepa valorar el papel de la Unión Soviética para el futuro del socialismo. Hay un señor bajito con mal humor y cara de fiscal y un individuo con acento catalán.

-El catalán sería Josep Serradell -te informa uno de los miembros de la tendencia renovadora-, porque yo le vi el otro día esperando con cara de cita clandestina.

Serradell es, junto con Pere Ardiaca, Leopoldo Espuny y Joan Ramos, uno de los más destacados miembros.del partido pro soviético que están preparando los expulsados del PSUC; el partido de los comunistas catalanes. Al parecer, según tu informante, prefieren lanzarse una vez que tengan los suficientos contactos en el resto del Estado para no quedar aislados, En Madrid, aún hay gente que duda si sumarse a la iniciativa, como Fidel Alonso y Luis Cabo, ambos conocidos militantes de la lucha antifranquista de los últimos años.

Manos libres.

-El tono del editorial estaba bien. Pero no hay que sefialar sólo a la izquierda. En la derecha se producen también actitudes similares. O peores.

El jefe de Nacional te hace con ello un cariñoso reproche. Y sientes que tu conciencia se rebela, deseosa de reconciliarse con la ética del equilibrio. El redactor político interviene en la conversación:

-Puedes hacer algo de mano libres. Como las de los responsables del Instituto Nacional de Empleo, que se han distribuido una pila de millones de pesetas como gratificación.

El director general saliente firmó unas gratificaciones para sí mismo y para un grupo escogido de funcionarios amparándose en un decreto de 1973. A Miguel Angel Olalla (el firmante) le tocaron algo más de 500.000 pesetas. A su secretario, Enrique Compte, una cantidad un poco inferior. Y así hasta los escalones más bajos de los funcionarios escogidos.

-Pero eso no es la derecha: es la Administración -objeta el jefe-Busca algo de UCD, por ejemplo.

Los restos del naufragio. Los nombramientos de nuevos responsables de la ejecutiva del par tido centrista te vienen como agua de mayo. Iñigo Cavero dice que los nuevos nombres no están buscados en función de las tendencias, sino de las ganas de trabajar. Todos los periódicos destacan la liquidación de los suaristas y el ascenso de los democristianos.

-Es que ya no se flan de Adolfo Suárez -te aclaran-. Están esperando a que el duque dé la espantada de un momento a otro y cree una nueva formación política o se incorpore a alguna de las que hay en marcha. Garrigues Walker se acerca a la UCD y Suárez se aleja.

-¿Pero a qué partido se iba a unir Suárez?

-Hombre, no está claro, porque es bastante cauteloso. Pero cosas nuevas va a haber. Lo que pasa es que Suárez no iba a aceptar una simple incorporación, sino que exigiría el liderazgo. Por esa razón es poco creíble el rumor de que se fundiría con el Proyecto de Ramón Tamames, Alonso Puerta y Raúl Morodo para crear una plataforma política en los próximos meses.

-¿Y qué piensan hacer con esa plataforma?

-Pues, entre otras cosas, intentar hacerse con el Ayuntamiento de Madrid en las próximas municipales. Piensan que, si la izquierda sigue así, les va a caer en las manos como una fruta madura.

Histeria semanal.

-A ver: ¿quién hace lo de los cambios en la JUJEM?

-Yo no. Insisto en dedicarme sólo a temas civiles,

Dejas al redactor jefe con la palabra en la boca y te escapas de la redacción. En la nota oficial del Ministerio de Defensa se insiste en que el relevo es una cosa normal, y si alguien avisa de que algo es normal prefieres dejárselo a otro. Las cosas normales no tienen por qué ser avisadas de su normalidad, te explicó siempre tu tío periodista, el que hacía crónicas de presentación de credenciales.

Por la escalera te ofrecen trabajo:

-¿Quieres trabajar en una revista semanal de humor? Van a estar Roméu, Tom, Perich, Vázquez Montalbán y Andrés Martín, entre otros.

Los ojos se te salen de las órbitas y preguntas por dónde hay que firmar, que cuándo sale, que cómo hay que hacer.

La salida está prevista para marzo y se llamará Histeria Semanal.

-Yo estaba en contra de ese nombre -te dice el informante-, porque soy socialdemócrata moderado. Era más partidario de Neura Semanal o algo así. Pero es que no pinto mucho. De todas formas, no hay muchas revistas así. Podrías ocuparte de los temas militares...

No sabes cómo termina la frase. No quieres saberlo,.Y bajas la escalera a grandes saltos camino de la puerta.

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