Objeciones de los "renovadores" a la declaración del PCE sobre los acontecimientos de Polonia
El sector de los eurocomunistas renovadores del Partido Comunista de España (PCE) considera "sólamente aceptable" la declaración oficial del Comité Central de este partido sobre los acontecimientos de Polonia, hecha pública el pasado lunes. Las objeciones de los renovadores, según afirmaron ayer a EL PAÍS algunos de sus más destacados portavoces, se resumen, fundamentalmente, en la ausencia del anuncio de la ruptura de relaciones con el Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP) y en la, a su juicio, incompleta explicación sobre la relación futura del PCE con los partidos europeos.
Los renovadores señalaron que la mencionada resolución del Comité Central -en cuya aprobación no han participado debido a que, salvo contadísimas excepciones, fueron expulsados recientemente de este órgano de direcc ión comunista- les parece "únicamente aceptable", ya que opinan que el PCE debería haber anunciado, en el mismo momento de hacer pública dicha declaración, la ruptura oficial de relaciones con el Partido Obrero Unificado de Polonia, "tal y como ocurrió", añaden, "cuando en 1968 las tropas soviéticas invadieron Checoslovaquia".La otra objeción del este sector del PCE hace referencia a que cuando el Partido Comunista de Italia (PCI) dio a conocer hace pocos días su resolución oficial sobre los acontecimientos polacos se especificaba claramente que "desde este momento el PCI no va a tener trato preferencial con los otros países comunistas de la Europa del Este", lo que significa, en la práctica, que igual trato se va a mantener en el futuro con un partido laborista o socialdemócrata, por ejemplo, que con uno de los comunistas de los países del Pacto de Varsovia.
En el caso concreto del PCE, los renovadores aseguran que no se ha especificado claramente este extremo, que ellos atribuyen a las "buenas relaciones de Santiago Carrillo con el rumano Ceaucescu o con el sátrapa de Corea del Norte, Kim Il Sung", en palabras textuales de Alberto Infante. En la declaración del Comité Central del PCE se limita esta referencia concreta al PCUS, sin hacerla extensiva a los restantes partidos comunistas: "Ya en la conferencia internacional de 1969 de los partidos comunistas", dice textualmente la resolución oficial de los comunistas españoles, "quedó claro que abandonaba toda relación privilegiada con el PCUS, y de esa trayectoria no se ha separado".
"No ha habido ruptura de relaciones con el PCUS; en el terreno internacional hemos mantenido plena independencia", continúa, "y hemos intensificado las relaciones con aquellos partidos más afines er. el pensamiento, y hemos criticado cuantas miciativas estaban, a nuestro juicio, en contradicción con los ideales del comunIsmo".
Por su parte, el nuevo encargado de la secretaría de Prensa del PCE, Enrique Curiel, manifestó a este periódico que "nuestro partido ya hizo esa declaración de no trato preferencial con ningún otro tras la invasión de Praga. Lo único que ha hecho ahora el PCI es hacer lo mismo que el PCE, sólo que con unos cuantos años de retraso".
Ambos comunicados, el del PCI y el del PCE, acerca de los sucesos de Polonia son fruto de una "concertación" entre ambos, adoptada el pasado mes de diciembre en una entrevista, celebrada en Roma, entre el secretario general español, Santiago Carrillo, y el italiano, Enrico Berlinguer.
El único renovador que no ha sido expulsado del Comité Central, el diputado valenciano Emérito Bono, manifestó a EL PAÍS que, "efectivarnente, estas lagunas existen, pero yo creo que, si la práctica es coherente con lo que se dice en el texto, ambos hechos se llevarán a la práctica en un futuro próximo".
Otro de los factores de malestar reciente entre los renovadores ha sido el que no se tratara en el último pleno del Comité Central la profunda crisl s interna del partido, "especialmente", dijo uno de ellos, "cuando ha ocurrido algo de tanta importancia como el abandono de 41 cargos municipales en la provincia de Madrid. Si bien es cierto que no figuraba en el orden del día", añadió la misma fuente, "podía haberse debatido perfectamente en el capítulo de ruegos y preguntas, si Carrillo no lo hubiera impedido".
La actividad política de los renovadores pasa, por el momento, por permanecer en el PCE a toda costa. A medio plazo comienzan a vislumbrar que entre un PCE lleurocomunista de puertas afuera y estalinista de puertas adentro" y un PSOE "obligadamente muy moderado por sus pactos con el Gobierno" se abre un espacio político que podría denominarse como la "bisagra de la izquierda", y que los renovadores aspirarían en el futuro a ocupar.
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