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Próxima reforma del seguro del automóvil, propuesta en un "libro blanco" redactado por una comisión de expertos

El seguro del automóvil, que recauda anualmente más de 100.000 millones de pesetas entre los 9,4 millones de asegurados, será reformado a partir de las propuestas que recogerá un libro blanco. Las principales novedades se centrarán en agilizar las indemnizaciones, unificar las modalidades obligatoria y voluntaria, y ajustar las tarifas a los siniestros, para que unos conductores no paguen por los mayores daños de otros.

El libro blanco, según medios de la Administración, fue encargado hace algo más de un año a una comisión de expertos, quienes han llegado ya a acuerdo en casi el 90% de su contenido, han iniciado su redacción y esperan verlo publicado a mediados de enero próximo. Para los promotores de la iniciativa, el libro no se convertirá, como suele ocurrir con otros casos o con algunas comisiones interministeriales, en un subterfugio destinado a no reformar nada.La idea del libro surgió porque los cambios necesarios para acercar el seguro del automóvil español a los de la Comunidad Económica Europea deben de partir de varios ministerios. De Hacienda dependen la regulación v control del sector seguros.

De interior, las normas en materia de tráfico y de accidentes. Y de Justicia, e incluso del poder judicial, la iniciativa de modificar el código penal o los procedimientos de los litigios.

La diversidad de competencias, en opinión de los citados medios, no tiene por qué retrasar la reforma. En este sentido, además de aportar datos sobre la situación comparada del seguro español, el libro propondrá medidas concretas, para que puedan ser traducidas inmediatamente en disposiciones. Las órdenes ministeriales pueden ser luego aprobadas en pocas semanas. El código penal va a ser reformado por otros motivos durante los próximos meses. Por último, las nuevas tarifas podrían aplicarse entre seis meses y un año, siempre que las empresas no traten de llegar a acuerdos de bloque que suplanten la libertad y necesaria competencia.

Precisamente, uno de los principales objetivos del libro blanco será personalizar las primas (recaudación por tarifas), con el fin de acomodarlas al riesgo e impedir que los conductores con más accidentes paguen lo mismo que el resto. A este respecto, se presentarán varias opciones. La que parece contar con mayor aceptación es el sistema francés de recargo por siniestro, con posibilidad de distinguir las tarifas por zonas en función de la mayor siniestralidad. Otra posibilidad, alternativa o simultánea, será avanzar en la línea abierta en verano del año pasado, cuando los conductores de turismos dejaron de subvencionar los accidentes de autobuses y taxis o a otros automovilistas. Entonces se elevó de 300.000 a 750.000 pesetas la cobertura mínima por daños a terceros, a la vez que se introdujeron el seguro por clase de vehículos y los recargos para conductores jóvenes.

También tendrá vertiente tarifaria otra de las grandes medidas previstas: unificar en una sola póliza los seguros voluntario y obligatorio. Para ello, los redactores del libro proponen la obligación de tener cubierto un mínimo de indemnización por responsabilidad civil, que se iría acomodando a las exigencias europeas. Frente al citado mínimo de 750.000 pesetas en España, todos los países miembros de la CEE tienen 6 millones de pesetas, y algunos estudian elevarlo ya a 35 millones. La incidencia de la medida en cuanto a elevación de primas sería, no obstante, pequeña. Un reciente muestreo que será incorporado al libro indica que en torno al 80%, de los asegurados españoles tiene cubierta la responsabilidad civil ilimitada.

Aligerar las indemnizaciones

El mayor beneficio inmediato para el público, sin grandes distorsiones para las compañías, procedería del proyecto de aligerar las indemnizaciones, cuyos litigios son actualmente el principal origen de los atascos en los juzgados de distrito e instrucción. Se tratará de fijar indemnizaciones automáticas y revisables de carácter objetivo, sin perjuicio de que el accidentado que valore más las partes de su cuerpo dañadas o perdidas pueda reclamar un complemento. Ello haría innecesarios gran parte de los litigios.En este apartado será propuesta también la posibilidad de despenalizar determinados comportamientos y tramitar las indemnizaciones por vía administrativa y, no judicial, incluyendo hasta las retiradas de carnés y multas que ahora son competencia de tráfico.

El seguro español del automóvil representa casi el 36% del sector, una tercera parte más que la media europea. El aumento de los costes y de la siniestralidad llegó en años pasados a forjar la idea de que una aseguradora estaba en dificultades Cuando tenía mucha cartera en el ramo de automoción. La idea, sin embargo, queda desdibujada por el hecho de que la Mutila Madrileña Automovilista figura entre las de mayores beneficios.

En cualquier caso, los siniestros descendieron el año pasado de 3,63 millones a 3,49 en el seguro voluntario, y de 167.355 a 151.311 en el obligatorio. Mientras, con un número de pólizas casi estabilizado (pasó de 8,57 millones a 9 millones en el voluntario y de 8,7 a 9,3 en el obligatorio), la recaudación del ramo creció un 15,74% en el prirner caso y un 69.54% en el segundo, como consecuencia de la comentada reforma del seguro obligatorio en el verano de 1980.

El conjunto de todas las compañías aseguradoras tuvo en 1979 pérdidas por valor de 4.500 millones de pesetas, mientras que en 1980 pasó a reunir 5.200 millones de beneficios.

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