El conformismo del Rayo le impidió ganar al Levante
El partido tuvo dos partes bien diferenciadas; en la primera de ellas se impuso el Rayo, con mejor juego y mayor experiencia de sus jugadores. El Levante actuó un poco acomplejado en los 45 primeros minutos, al tener enfrente un equipo conjuntado, con oficio, excelentes hechuras y aspiraciones de ascenso. Pero el equipo rayista, al adelantase en el marcador, pasó a convertirse en un conjunto conformista y conservador.Con estas características se inició la segunda parte, lo que favoreció al Levante para imponer su iniciativa y dominio. Los jugadores levantinistas se entregaron totalmente en busca del empate. Este llegó al transformar Fábregat un penalti. El Levante insistió en su dominio, en busca del gol del triunfo. Adelantó sus líneas, pero se encontró con un Rayo que de nuevo mostró su peligrosidad.
El Rayo, al ver empatado el partido, volvió al juego de ataque que impuso en la primera parte. Creó algunas ocasiones de peligro, capaces de mover el marcador. El Levante pasó por apuros y se limitó a asegurar el empate.
A dos minutos del final del partido, el Rayo Vallecano contó con una ocasión propicia para deshacer el empate y alzarse con el triunfo. Barrié respondió con una gran parada.
El Rayo no tuvo suerte en los momentos oportunos para resolver a su favor el partido. Jugó mejor que el Levante, pero la entrega total de sus jugadores y sus ansias de victoria consiguieron un resultado considerado satisfactorio para los levantinistas.
El Rayo desaprovechó una clara oportunidad para iniciar su cuenta de positivos. Su espíritu conservador propició que el Levante perdiese ese complejo de inferioridad que tan caro le estaba costando para elevar su afán de lucha e igualar el marcador.
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