La profesionalización no ha llegado todavía a la hípica española

La hípica en España es todavía en muchos casos un deporte de elite, sobre todo en lo que se refiere a la alta competición, ya que comprar un buen caballo cuesta mucho dinero, y más aún su manutención y desplazamiento a los distintos concursos internacionales que se disputan en Europa. A otro nivel, el practicar la hípica es más barato, ya que en sociedades privadas o picaderos abiertos al público se puede montar a caballo por poco dinero.La alta competición está reservada, por tanto, tan sólo a unos pocos, que en número se pueden contar con los dedos de una mano. Alfonso Segovia, Luis Antonio Alvarez Cervera, Alejandro Zambrano y Juan Antonio de Witt son los jinetes que el año pasado formaron el equipo español que participó en los distintos concursos internacionales. De los cuatro, Cervera es el único que se dedica por completo los caballos, aunque no es profesional, pero puede permitirse este lujo porque es quizá el jinete mejor del momento. Luis Antonio Alvarez Cervera es el que cuenta con más caballos, ya que al viajar mucho al extranjero trae ejemplares que luego son adquiridos por otros jinetes. Alfonso Segovia alterna sus trabajos como socio de una inmobiliaria con su afición por la hípica a la que, a pesar de todo, dedica muchas horas. Segovia puede monta a caballo porque tiene una profesión un tanto liberal, que le permite el desplazarse sin muchos problemas a los concursos que se organizan tanto en España como en el extranjero. Tanto Alvarez Cervera como Segovia han contado con ayudas de la Federación en forma de becas para cubrir en parte los enormes gastos que estos jinetes tienen, ya que al ser los dos mejores son los que más desembolsos tienen que hacer para mantenerse a nivel europeo.

El caso más claro de profesional hípico es el del jinete brasileño Nelson Pessoa, que desde hace ya muchos años cuenta con la ayuda financiera de la firma Moet Chandon, que le obliga mediante un contrato a que sus caballos llevan este nombre. En Francia es el propio Estado el que financia a los jinetes, ya que la cría del pura sangre es la tercera Industria que más dinero da a las arcas del Gobierno. En Italia hay dos tipos de jinetes: los civiles y los militares. Los primeros, capitaneados por Raimondo d'lnzeo, se financian ellos mismos; los segundos, dirigidos por Piero d'lnzeo, están protegidos por el Estado, que sufraga todos sus gastos.

Las grandes empresas europeas siempre están dispuestas a ayudar a jinetes de talla olímpica, ya que en muchos casos, como en la República Federal de Alemania, además de proporcionarles una gran publicidad les exime de pagar una buena parte de los impuestos. En el Reino Unido, durante algunas temporadas, algunos de los principales jinetes han estado patrocinados por multinacionales o fuertes empresas, como Harvey Smith, que dependió durante algún tiempo de Volvo.

Los jinetes españoles van a tener de ahora en adelante que cambiar su estrategia a la hora de comprar caballos, ya que el nuevo presidente de la Federación, Alfredo Goyeneche, ha declarado que su propósito y el de la nueva junta directiva es no comprar caballos para los primeros jinetes del equipo, sino proteger y ayudar a todos los deportistas o particulares que deseen adquirir caballos con subvenciones. De esta forma, Goyeneche intenta proteger a todos los jinetes por igual, sin beneficiar a nadie. Si la nueva Federación cumple sus propósitos, es muy posible que alguno de los jinetes de primera fila opte por la posibilidad de pasarse al campo profesional para así poder contar con el patrocinio de una firma. Entonces sí tendría que renunciar a su participación en los Juegos Olímpicos.