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Déficit por imprevistos

El Barcelona, que tiene fama de club despilfarrador, y lo es, obtuvo en la pasada temporada 205 millones de pesetas en beneficios. El Barça es una caja de sorpresas. Y quizá el único gran negocio del fútbol español. El Spórting de Gijón, que tiene fama de club bien administrado, y debe serlo, tuvo en la pasada campaña un déficit de 15,5 millones de pesetas. Al Spórting, por lo que se ve, le ocurre lo que a otros clubes, como la Real Sociedad, al que los éxitos a causa de las primas le desnivelan el balance.Los presupuestos de los clubes, en general, se preparan sobre la base de que no llueva, que el equipo supere varias eliminatorias de torneo europeo y de la Copa de España y que los aficionados no se retraigan tras una derrota. Sobre previsiones tan etéreas suelen producirse pertinaces sequías, que acaban con la cosecha.

El Atlético de Madrid tenía la intención de recaudar treinta millones limpios de polvo y paja en la Copa de la UEFA. El 4-1 de Oporto amenaza con rebajar la cifra a cero. Si tal sucediera, el Atlético tendría que hacer auténticos milagros para no agrandar el foso de su déficit. Para Alfonso Cabeza comenzó el calvario que no podía imaginar cuando se hizo cargo del club.

La oposición a Cabeza comienza a frotarse las manos. La oposición, que aún cuenta con Vicente Calderón, empieza a echar cuentas de cuánto puede durar el doctor en la presidencia. La primera pregunta que se plantean tiene sabor clásico. ¿Se comerá el turrón en el Manzanares?

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