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Efectos especiales en RTVE, una técnica en constante renovación

Atrás quedaron en la historia del cine las imágenes de aquellos primeros decorados de cartón piedra, que parecían guardar en su ingenua armazón vestigios no demasiado remotos del mundo del teatro. En muy pocos años, la industria cinematográfica ha conseguido trasplantar a las pantallas las más increíbles escenas, dotándolas de un verismo tan logrado como sorprendente. De la creación de estas escenas se encargan los técnicos de efectos especiales, que no se circunscriben tan sólo al campo cinematográfico. Hay otras áreas, como la radio y la televisión, en las que el trucaje es asimismo un instrumento de primer orden.El departamento de efectos especiales de Televisión Española se creó hace unos quince años. A primera vista no se diferencia de un taller cualquiera de reparaciones: es un inmenso hangar en el que varias personas vestidas con monos de trabajo se afanan cortando planchas de acero y de aluminio. El encargado, Juan Mula, proviene de Cine Fec (una de las tres casas de efectos especiales que existen en Madrid). «En realidad», nos explica, «aquí liemos aprendido todos trabajando sobre la marcha. Aunque ahora en la escuela de RTVE ya se imparten asignaturas de efectos. De todos modos, para trabajar en esto es imprescindible tener, además de imaginación, conocimientos de taller». Muchos de los diez trabajadores con que cuenta el departamento entraron en él precisamente por su experiencia en dicho campo, como Manuel Alarcón. que proviene del atrezzo y entró aquí porque era un especialista en talleres.

«El primer paso cuando hay que hacer un rodaje», dicen, «es que se nos mande un guión. Después tenemos una reunión con el realizador y, con el guionista. Inmediatamente nos ponemos a preparar todo aquí, en el taller». Los trucos se suelen hacer con una cámara de cine de 35 milímetros, porque se pueden luego cortar y montar. Si se hicieran en video no se podrían hacer casi repeticiones. El rodaje de trucos suele ser más fácil y menos peligroso en exteriores que en un plató.

Televisión Española no cuenta con especialistas, sino que los contrata para el rodaje que necesite.

Recuerda el encargado los últimos trucos realizados para la serie cervantes: «Por ejemplo, el de los ahorcados. Cogimos una cuerda con un nudo de ahorcado y entremedias le pusimos un cable de acero con un mosquetón al extremo. El especialista llevaba un cinturón tipo chaleco con una argolla en la parte superior, en la que se enganchaba el mosquetón del cable. De este modo no tiraba la cuerda, sino el cable. De todos modos, el nudo de la cuerda iba trucado, por si se partía el cable. También hicimos el de los empalados. Este se hizo con palos cortados. El actor iba en un sillín de bicicleta con un soporte que le mantenía rígido. Uno de los palos estaba hincado en el suelo. Asimismo hicimos el de la pira de leña con un hombre quemándose dentro con una plataforma de leños con quemadores de propano».

El principal problema del departamento de efectos especiales de Televisión Española es, según Juan Mula, «que nos faltan medios. Ideas las tenemos como en cualquier otra televisión del mundo. Pero, por ejemplo, la BBC tiene muchos más medios que nosotros... Asimismo haría falta más personal. porque, a veces. para rodar en exteriores tenemos que recurrir a alguna casa de efectos particular».

Enrique Aroca, de la Cadena SER. dice que «el problema principal en la emisora es el del presupuesto, pese a lo cual vamos saliendo adelante entre todos con una labor de equipo ». Evidentemente, los efectos especiales en la radio difieren de los de Televisión, ya que en este caso el elemento único es el del sonido. Los gastos dedicados a efectos entran directamente en el contexto de la producción.

«Hay dos modos de trabajar en este campo», explica Enrique Aroca: «o bien grabando directamente en estudio o en exteriores, o bien utilizando cintas o discos de efectos; éstas las tienen todas las casas discográficas». La Cadena SER cuenta a este respecto con una completa discoteca, muchos de cuyos discos se grabaron en sus propios estudios.

El estudio de espacios dramáticos tiene un sinfín de elementos, tales como puertas, timbres, teléfonos. así como tres tipos de suelo (madera, baldosa y unos recipientes con tierra) para facilitar la grabación de los distintos ruidos y sonidos especificados en cada guión.

"Los efectos que empleamos suelen ser reales. De todos modos hay una serie de trucos que empleamos, porque en cada obra los sonidos son diferentes. Por ejemplo, para hacer una tormenta deslizas unos perdigones sobre una pandereta y estás oyendo truenos. O si quieres pegar a la aldaba de un castillo, pues haces chirriar el gozne que une a estas dos plaquetas y estás oyendo a Drácula. A veces no puedes hacer ruidos reales porque, una vez grabados en estudio, ésto, no suenan igual. Por ejemplo, hicimos pruebas con disparos de pistola y, no sé por qué, en el estudio no sonaban a pistoletazos. Aquí es que cosimos esos garbanzos de pega, que también se utilizan en el teatro, al extremo de una tabla y el simulacro fue perfecto ».

Para hacer un disparo electrónico, nada más fácil: un simple soplido en el micrófono. «Y hay muchos más trucos, algunos muy sencillos: si frotas una escoba contra la mesa del estudio suena igual que si un hombre apartara la maleza. Y para hacer los pasos de un caballo sólo ni enes que frotar dos cocos... Supongamos que hay que grabar un incendio: con un poco de celofán, el micrófono te devuelve un perfecto crepitar de llamas».

Recuerda Enrique Aroca «aquella vez que grabamos un bombardeo de aviación con un ventilador, un señor que silbaba, un balón y perdigones».

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