Ataque frontal de Carrillo contra las "tendencias" en el X Congreso del PCE

Santiago Carrillo invitó ayer a los miembros de su partido a cerrar filas en torno al mismo y, hacer frente a las «tendencias disgregadoras» que supondrían las corrientes internas, insinuando que renovadores y prosoviéticos hacen el juego a los intereses de quienes intentan debilitar al PCE. En sus cuatro horas de discurso a los delegados del X Congreso, Carrillo defendió enérgicamente la política de «concentración democrática» realizada por su partido y recibió diecinueve ovaciones -ninguna de ellas unánime-, especialmente en los pasajes destinados a defender las señas de identidad del partido y su funcionamiento tradicional.

El informe de Carrillo aportó escasas novedades en cuanto a propuestas de política nacional -salvo una oferta de reunirse con los socialistas para establecer una nueva formación política, en que socialistas y comunistas conserven su respectiva personalidad-, y, por el contrario, se detuvo extensamente en los peligros de golpe militar que amenazan a España, acusando a los dirigentes políticos de otros partidos, y sobre todo del PSOE, de haber subestimado ese peligro antes del 23 de febrero.Carrillo aceptó la necesidad de desarrollar la democracia interna en el partido y conceder las máximas oportunidades a la libertad de expresión, pero a renglón seguido atacó con extraordinaria dureza a los que «intentan debilitar al partido» con la creación de tendencias o corrientes. También afirmó que el PCE se ganó a pulso la legalización, ha ido mejorando su fuerza electoral y podría incrementar su representación parlamentaria en las próximas elecciones, «si la campaña de denuestos que en nuestras propias filas tiene lugar no actúa como una contracampaña».

El informe de Carrillo fue estudiado ayer por cada una de las de legaciones asistentes al X Congreso, y hoy será debatido y votado en sesión plenaria, lo que constituirá el primer indicio de la relación de fuerzas en el seno del congreso. Los renovadores redactaron anoche una resolución, en la que afirman que Carrillo no propone otra cosa que el repliegue, «al estilo de la III Internacional» y apartándose de sus anteriores formulaciones euro comunistas. Las distintas tendencias podrán expresarse con mayor libertad en este congreso, al haber se aprobado ayer -contra el criterio de la dirección- una propuesta en este sentido.

Dolores Ibárruri, la figura más ovacionada por los congresistas, fue una de los dirigentes que se pusieron en pie para aplaudir a la delegación del Partido Comunista de la URSS, mientras Carrillo permanecía sentado en el cine Quevedo, escenario del pleno del congreso.

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