Claudia Cardinale: "He sido el símbolo sexual de una generación sin necesidad de desnudarme"

La actriz Claudia Cardinale ha permanecido tres días en Barcelona rodando unos spots publicitarios para la casa Cinzano. Tiene 42 años, es abuela -«es como ser dos veces madre»- y conserva aún la mayor parte de su atractivo físico. Se expresa en un castellano más que correcto y no oculta su admiración por Julio Iglesias. Admite que ha sido el símbolo sexual de una generación, «pero, sin necesidad de desnudarme; no me gusta vender mi cuerpo».

«He aceptado hacer publicidad», explica la actriz italiana, «porque es una campaña con gusto y elaborada. La publicidad es una cosa distinta, diferente del cine y muy interesante. Trabajo menos que antes porque creo que mi vida privada es muy importante y porque me siento bien con los míos. Tengo una hija de dos años y una nieta de casi la misma edad. Es como ser dos veces madre».La familia, el divorcio, aborto, homosexualidad son temas que están en el candelero en los últimos años tanto en Italia como en España. «En principio soy contraria al matrimonio. Vivo con un hombre y es público. Pasquale Squieri es simplemente mi hombre, y no creo que haga falta formalizar ningún contrato para que vivamos juntos. En cuanto al aborto creo que tener que abortar es un gran trauma para la mujer. Pero soy partidaria de dejar a la libre elección de la mujer la decisión a tomar en este sentido. La homosexualidad no es ningún problema. Por ejemplo, creo que Visconti era más hombre que muchos otros que he conocido».

Claudia Cardinale habla del director cinematográfico Visconti con admiración y nostalgia. «Ha sido el mejor director con el que he trabajado. Primero Visconti, luego, quizá, Fellini, con Luchino (Visconti) fue una relación de cariño, amor, muy afectiva. Había un feeling entre los dos. Era un hombre con charme.... con encanto ¿no?».

«¿Con qué directores le habría gustado trabajar?». «Es muy difícil contestar eso. Con Bergman, con Antonioni, otra vez con Fellini. Me gustaba mucho poder trabajar con Werner Herzog y ahora lo he conseguido. Actualmente ruedo con él una película de aventuras en Perú. Se llamará Fritzcaldo».

Durante la conversación habla de los actores con los que ha rodado muy a gusto: « Sin lugar a dudas, Belmondo, Delon, Mastroiani... También con Brigitte Bardot. La gente pensó que entre nosotras habría rivalidades, pero no pasó nunca nada».

Claudia Cardinale piensa que aún no ha realizado «su gran película». «Si creyera eso», explica, «no trabajaría más. Y tengo muchos proyectos. Dos películas en Francia con Trintignant y Gerard Depardieu y, más adelante, otra producida por Pasquale».

«¿Le gusta el papel de símbolo sexual que ha adquirido en estos veintidós años de hacer cine?» «He sido el sex-simbol de toda una generación, pero sin necesidad de desnudarme. No me gusta vender mi cuerpo. Y creo además que si me contrataron siempre fue por mi cabeza, no por mi cuerpo». Claudia Cardinale ignora que una revista española de gran tirada publicó hace escasamente un mes unas fotografías suyas en las que aparece desnuda. «No. No es posible», manifestó a este diario enormemente sorprendida. Luego recapacita y añade. « Si son las fotos que yo pienso, se trata de una típica jugada de paparazzi, hace cuatro años, mientras pasaba unos días en mi casa de Cerdeña. Estas fotos son un acto de violencia, una interrupción en mi intimidad que no concibo».