Los candidatos de grupos minoritarios se quedarán en la cuneta electoral francesa
El filósofo y ex comunísta Roger Garaud y los líderes de los movimientos de extrema izquierda, los ecologistas y, como ellos, algo más de tres decenas de ciudadanos franceses se verán obligados probablemente a retirar su candidatura a la Presidencia de la República. La necesidad de ser apadrinados por quinientos responsables electos sólo favorece la expresión de las grandes formaciones políticas.Veinte días antes del inicio de la campaña oficial que precederá la primera ronda de las elecciones presidenciales francesas, sólo la denominada banda de los cuatro está totalmente segura de poder expresarse. El candidato giscardiano y presidente saliente, Valéry Giscard d'Estaing, el comunista Georges Marchais, el gaullista Jacques Chirac y el socialísta Frangois Mitterrand, a partir del día 10 del próximo abril, gozarán de las tribunas públicas. y de los espacios audiovisuales oficiales.
Por el contrario, los candidatos de movimientos o partidos izquierdistas Alain Krivine, Arlette Laguiller, Huguette.Bouchardeau, del PSU; los ecologistas Jean Claude Delarue y Brice Lalondey; el monárquico Bertrand Renouvin; los candidatos de extrema derecha Jean-Marie Le Pen y Paseal Gauchon; el de los radicales de izquierdas, Michel Crepeau; el del Movimiento de los Demócratas, Michel Jobert, y los individualistas, como el cómico Coluche o el pensador Garaudy, en el momento actual aún no han encontrado padrinos. Y la inmensa mayoría no los encontrarán. Incluso los dos gau¡listas disidentes, Michel Debré y Marie-France Garaud, apoyados por una parte del establishment mayoritario, parece ser que chocan con esa dificultad.
Según la Constitución gala, para ser candidato a la Presidencía es necesario contar con el apoyo de quinientos diputados o senadores, o alcaldes, o concejales electos, de treinta departamentos diferentes.
El muro es difícil de superar, a Pesar de los 40.000 notables existentes. Los «cuatro grandes» partidos «aconsejan» a sus representantes electos sobre la inconveniencia de favorecer candidaturas que pueden restarles sufragios a sus candidatos en la primera ronda y, con ello, colocarlos en situación de inferioridad para llegar a la segunda y definitiva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.