El sector "oficialista" impuso sus criterios en. la elección del Comité Ejecutivo

El Comité Ejecutivo de UCD se compondrá de 35 miembros, de los cuales treinta serán de la lista mayoritaria y cinco de la minoritaria. Esta solución fue impuesta por el sector oficialista del partido, al fracasar todos los intentos de negociación con el sector crítico. El propio Adolfo Suárez defendió esta posición, contra la opinión de importantes miembros de su propio sector, que deseaban una solución más conciliadora.

La cuestión de la elección del ejecutivo es la principal novedad de la reforma de los estatutos, que a la hora de cerrar esta edición había sido aprobada en comisión, aunque no en el pleno del congreso. La fórmula de elección fue aprobada en la madrugada de ayer, a propuesta de Rafael Arias-Salgado. Prevé que deberán presentarse candidaturas de 37 nombres, de los cuales los compromisarios habrán de tachar siete, con lo que quedan cinco puestos para ser ocupados por el sector crítico, que consideró este reparto inaceptable.La decisión sobre la elección del ejecutivo se adoptó por imposición del grupo suarista, junto a los socialdemócratas, mientras Calvo Sotelo y Rodríguez Sahagún, que veían en un enfrentamiento con los críticos peligro para sus respectivas candidaturas a presidente del Gobierno y de UCD, ofrecieron diversas fórmulas conciliadoras a los críticos. La posición de los martínvillistas se mantuvo ambigua, ya que si el propio Martín Villa se mostraba partidario de la opción dura, Jesús Sancho Rof fue el encargado de ofrecer a los críticos en la mañana de ayer la posibilidad de obtener diez puestos en el ejecutivo, contra treinta para el sector mayoritario.

Sobre cifras de este orden se mantuvo una negociación durante todo el día, aunque el sector crítico insistía en que la solución debía ser la elección por sistema proporcional. La posibilidad del reparto aludido se cerró, sin embargo, por la presión de suaristas y socialdemócratas.

Mientras Suárez viajaba a Madrid para dar el pésame a la reina Sofía, los principales dirigentes del sector mayoritario se fueron reuniendo en un despacho del Auditórium para decidir la elección del ejecutivo. Asistieron Francisco Fernández Ordóñez, Agustín Rodríguez Sahagún, Rodolfo Martín Villa, Jesús Sancho Rof, Juan Antonio García Díez, Luis González Seara, Luis Gámir, Rafael Arias-Salgado, Fernando Abril y Leopoldo Calvo Sotelo. Después se incorporó el presidente de la comisión de estatutos, Pío Cabanillas. La reunión terminó sobre las siete de la tarde, poco después de que Suárez volviese de Madrid. Al parecer, el ex presidente inclinó la discusión al llegar al hotel Son Vida, por teléfono, si bien acudió más tarde a la sede del congreso.

El sector crítico se mantuvo unido formalmente en la petición de la elección proporcional, aunque también hubo algunos desacuerdos internos entre los partidarios de negociar un reparto justo y los que defendían la necesidad de procurar sin transacción alguna la elección por sistema proporcional.

La comisión de estatutos había estado reunida desde las once de la noche del viernes, aunque interrumpió sus trabajos desde las cinco de la madrugada hasta las once de la mañana de ayer. Durante todo el día se produjeron numerosas interrupciones, provocadas por las negociaciones paralelas, lo que dio como resultado un trabajo muy lento.

Además, la ausencia casi habitual de los principales dirigentes provocó un notable desconcierto de las orientaciones del debate, lo cual dio pie a que se aprobasen numerosas enmiendas con la simple proposición por libre de los compromisarios. En esta situación el sector crítico consiguió también modificar numerosos puntos según sus criterios.

Entre los principales cambios de los estatutos de UCD, aparte del citado, se ha establecido que las listas electorales serán arbitradas por un comité especial, que formarán el presidente del partido, el secretario general y tres vocales elegidos por la propia ejecutiva. El sector crítico no consiguió aquí imponer su tesis, que consistía en que los vocales fuesen elegidos por los grupos parlamentarios.

Sí obtuvo la victoria, en cambio, en la tesis de que los órganos colegiados deben estar por encima de los unipersonales, lo que implica que el órgano supremo es el Consejo Político, seguido del Comité Ejecutivo, y después el presidente y el secretario general.

Elecciones en el grupo parlamentario

Asimismo se introdujo una disposición adicional por la que en el plazo de un mes desde la aprobación de estos estatutos, es decir, desde la celebración de este congreso, se procederá a la elección de los distintos órganos de los grupos parlamentarios. Ello pone en peligro la situación del actual portavoz del Congreso de los Diputados, Miguel Herrero, destacado dirigente crítico. Asimismo los estatutos han modificado las funciones del portavoz, que quedan notablemente diluidas en favor del consejo colectivo de dirección del grupo.