Golpe del nuevo equipo policial de Valladolid al terrorismo de extrema derecha
A las dos semanas de producirse cambios importantes en la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Valladolid, las investigaciones policiales han producido unos resultados espectaculares, desconocidos en una capital que hasta ahora desconfiaba que pudieran esclarecerse delitos achacados a la ultraderecha. Sin embargo, el nombramiento, hace pocos meses, de Carlos Enrique Gómez de Ramón, experto en estos temas tras su estancia en Córdoba; la designación de Francisco Turégano como jefe de la Brigada de Información, justo el mismo día en que un artefacto explosivo destruía la sede del PSOE, y la llegada de refuerzos policiales para esta sección desde Madrid y Valencia han cambiado radicalmente las cosas.
La detención de los nueve ultraderechistas, unos pertenecientes al Frente de la Juventud y otros con cierta vinculación a organizaciones legales, presuntamente implicados en cuatro actos terroristas (véase EL PAIS de ayer), puede ser el primer e importante paso para aclarar los actos delictivos atribuidos a la extrema derecha y en la capital castellana.
Apoyo ciudadano
De lo que no cabe duda es que una gran mayoría de los ciudadanos ha recibido la noticia con alivio y ha recobrado la confianza en la policía. El anuncio de que se disponen de pistas para descubrir a los autores de otras acciones violentas como posible implicación tanto de la ultraderecha como de la extrema izquierda no hace sino ratificar este sentimiento general.Los nueve ultraderechistas puestos a disposición de la Audiencia Nacional son los presuntos autores de los atentados con explosivos contra el Ayuntamiento, el cine Cervantes y las sedes de CNT y PSOE. El primero se le atribuye a José Antonio Gusurreta (implicado también, junto al jefe provincial de Fuerza Joven, en la opupación de la sede de UCD hace varios meses), José Luis Hernansanz y Jesús Miguel Marcos (este último se halla en el servicio militar). Gusurreta, en unión de José Luis Martín del Barrio, fue el supuesto responsable de la colocación de un explosivo en el cine Cervantes. A Hernansanz y Jesús Miguel Marcos, junto a Francisco Javier Ramos, se les atribuye el atentado contra CNT, mientras que estos tres últimos y Martín Quintero serían los presuntos participantes en la explosión que destruyó la sede socialista el 20 de enero.
Además de los citados, hay otros tres ultraderechistas a disposición de la Audiencia Nacional, también por su presunta vinculación en los hechos referidos. Se trata, según informamos ayer, de Fernando Angel Lobón Herrero (delegado provincial del Frente de la Juventud), Francisco Méndez Hermida y Emilio Rodríguez Prieto.
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