El duque de Alburquerque pide profección para las pruebas de obstáculos

El programa de carreras de obstáculos de este año apenas ha variado con relación al de 1980. Tan sólo se disputarán 38 pruebas de vallas y se repartirán algo más de diez millones de pesetas en premios. Desde la desaparición de los steeple chase, modalidad de las vallas, este tipo de pruebas sufre del desinterés de los prideipales propietarios, que no ven la conveniencia de comprar caballos ante el programa tan reducido de pruebas. El duque de Alburquerque se ha convertido en el principal defensor de estas carreras y pide que éstas sean protegidas por los responsables de la Sociedad de Fomento.Hace dos años que la comisión de programas decidió suspender las pruebas de steeple chase, que poco tiempo antes se habían implantado en el país de igual modo que en otras naciones. Los directivos de la Sociedad de Fomento decidieron suspender estas pruebas porque, según ellos, no había el número suficiente de caballos para ellas, opinión que fue muy criticada por un amplio sector de profesionales, que mantenían que era imposible que hubiera participantes si no se había dado tiempo a crear afición.

Uno de los hombres que más ha luchado por la vuelta de los steeples y la mejora de las pruebas de vallas en general ha sido el duque de Alburquerque, que declaró a EL PAÍS: «Solicitamos a la junta de programas que se aumentara la calidad y número de las carreras de obstáculos en sus dos variedades, puesto que en la actualidad hay más caballos que nunca dedicados a las vallas». Según Alburquerque, se les aseguró que su petición se cumpliría, promesa que fue reiterada por el presidente de la comisión de programas; de ahí la sorpresa al ver el calendario de 1981 y comprobar que todo sigue igual.

«La importancia de las carreras de obstáculos es evidente no sólo por las cualidades que cultiva el caballo, sino porque duplica la duración de sus actuaciones en los hipódromos, al prolongar su vida deportiva. En liso, generalmente, acaban a los cinco o seis años, y en éstas duran hasta los doce o catorce, a la vez que los jinetes salen beneficiados, ya que, al aumentar el peso con la edad, tienen que dejar de montar en liso, pero pueden seguir haciéndole, en vallas», asegura Alburquerque.

«Entre las pruebas de los grandes premios de obstáculos de las temporadas de primavera, verano y otoño no se ha restablecido ni una sola de steeple chase, se queja Alburquerque. Y para colmo, en la carrera internacional de gentleman riders (prueba oficial de La Fegentri, puntuable para el Campeonato de Europa) se ha rebajado el premio de obstáculos en 50.000 pesetas con relación a la de liso, que hasta ahora era de igual cuantía».

El duque de Alburquerque es partidario de que a través de la asociación de gentleman riders se pida a la Sociedad de Fomento que se restablezca al menos la igualdad de estos dos grandes premios, ya que ello supone, según él un menosprecio a lo que vienen solicitando desde hace algún tiempo.

En cualquier caso nadie está más capacitado ni cuenta con mayor «fuerza moral» que el duque para plantear este tema. Sus innumerables triunfos enEspaña y sus actuaciones en pruebas internacionales, algunas de tanto prestigio como el Grand National, que se disputa en el hipódromo de Aintree, cerca de Liverpool, le avalan.

Con su caballo Nereo llegó a alcanzar puestos destacados, y su pundonor, tras graves caídas y lesiones, causó admiración y respeto. Incluso se le debió prohibir participar en más de una ocasión dado su estado de salud. Con fracturas muy recientes pretendía participar.