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Cruyff no firmará hoy por el Levante

Johan Cruyff, tras el principio de acuerdo conseguido el lunes en Barcelona por sus representantes, parecía seguro que hoy firmaría por el Levante, en Valencia. Sin embargo, ayer declaró en su casa de Amsterdam que no lo haría, pues aún no había hablado con su suegro, Cor Coster, que lo dio por hecho en la Ciudad Condal. Por otro lado, la Federación Española ha declarado oficialmente que no se diligenciará su ficha mientras el Levante no salde las deudas que tiene contraídas. El asunto continúa ,pues entre un sinfín de contradicciones.

En la tarde del lunes, y en la barcelonesa calle de Pau Claris (antes Vía Layetana), el despacho del representante de Cruyff en España fue escenario de una reunión, tras la cual Cor Coster reconoció que Cruyff ya era jugador del Levante al ciento por ciento, mientras los directivos levantinistas no se atrevían a manifestarse después del patinazo de hace unos días. En esta reunión figuraban, por parte del Levante, su presidente, Francisco Aznar; los vicepresidentes, Francisco Cortés y Pelegrín Monzó (al parecer, este último, es gran parte del respaldo económico de la operación), y el gerente, Tomás Vinaches, además de un intermediario valenciano, quien se había puesto en contacto con el intermediario austriaco Viktor Gartner, que acompaña a Cor Coster.

Fórmula apropiada

Todos estos personajes estuvieron reunidos desde las cuatro de la tarde hasta pasadas las nueve de la noche, tratando fundamentalmente de arbitrar un modelo de contrato que garantizara dos aspectos fundamentales: el cobro total y sin retrasos para el jugador y la posibilidad de intervenciones sobre haberes. Al parecer, la solución se encontró en la fórmula del aval bancario, a depositar en una entidad suiza y por una cantidad entre los quince y los veinte millones de pesetas. Así, Johan Cruyff iría cobrando en su cuenta suiza -en dólares EE UU- a razón de partido jugado y sobre el porcentaje de taquilla, cantidades que iría transfiriendo, una tras otra, de un banco a otro, según las órdenes que se irían recibiendo desde Valencia. Al margen de esta Cantidad, el veterano as holandés no tendría que pagar un sólo céntimo por su vivienda en Valencia, y tampoco por el automóvil que tendría a su disposición, percibiendo además una abundante cantidad mensual en pesetas para sus gastos en la capital del Turia.Por otra parte -y sin que se hable de que la Federación puede no diligenciar la ficha-, se ha sabido que todo ello viene acompañado por los intereses que Cruyff sigue teniendo en España, entre otros, una marca de vino de Rioja (cuya distribuidora en Holanda ya inició en su época de negocios con Vasilewitch) y también una marca de prendas de ocio y deportivas. Todos estos negocios podría relanzarlos ahora con su presencia aquí.

Por lo que se refiere a su situación respecto a Hacienda, nada ha cambiado, Cruyff sigue respondiendo a la figura del defraudador, al no haber declarado desde 1978, y no ocupa plaza en la lista de deudores. Por tanto, su caso no está visto por lo penal, sino por lo civil, y de esta manera no tiene problemas de tránsito y de residencia en España.

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