La supervivencia de Potasas de Navarra depende de un aumento de la productividad de sus empleados
El único modo de garantizar la continuidad de Potasas de Navarra. SA (PDN), por lo menos para los próximos diez años, consiste en un aumento de la producción y la productividad que permitirían invertir las cantidades suficientes para la investigación de nuevos yacimientos e incrementar en lo posible los salarios de 1981. De no llegarse a un acuerdo en este aspecto entre la dirección y el comité de empresa, antes del primero de enero próximo, PDN presentaría un expediente de regulación de empleo que podría afectar a 250 trabajadores en una primera fase.Al término de las conversaciones mantenidas en Madrid entre la dirección de PDN y el INI, propietario de la totalidad de las acciones e la sociedad, el presidente del Consejo de Administración de la Empresa, Antonio Valcárcel, informó el pasado martes a los representantes de los trabajadores que los presupuestos de Potasas de Navarra para 1981 recibirán una ayuda del INI de mil millones de pesetas, según las previsiones financieras concretadas en el plan operativo anual (POA). De otra parte la empresa acudirá al crédito privado por una cantidad determinada que será avalada por el INI. Con la suma de los dos fondos, PDN deberá autofinanciarse y realizar las inversiones necesarias, cifradas con anterioridad en ochocientos millones de pesetas.
Sin embargo, con la cantidad que aportará el INI, la inversión únicamente podrá ser de cuatrocientos millones, por lo que la empresa considera que el resto (otros cuatrocientos millones), únicamente pueden llegar como recursos propios sí se aumenta la productividad y la producción; de lo contrario, es razonable pensar que 1981 será el primer año del plan de cierre de PDN.
Valcárcel informó al comité de empresa que el INI mantiene el criterio de que los recursos del Estado son limitados y, en consecuencia, son limitados los recursos del INI, por lo que se deben seleccionar los fondos para emplearlos en actividades más productivas. Con los 1.400 millones de pérdidas previstos para este año, y los ochocientos que se necesitan para invertir, el INI considera que estos 2.200 millones podrían dedicarse a cualquier proyecto de mayor rentabilidad, habida cuenta de que PDN es una empresa que, año tras año, resulta altamente deficitaria. En esta situación, el presidente del Consejo de Administración de PDN aseguró que el único modo de continuar en los próximos años con la explotación de la potasa consiste en aumentar la producción.
En el POA para 1981, la dirección de PDN ha previsto extraer 2.200.000 toneladas brutas de material objetivo, que considera de fácil cumplimiento. Si la producción aumentase en 300.000 toneladas más -hasta los 2.500.000-, el dinero que la empresa obtuviera por este capítulo se dedicaría a la inversión y al incremento en los salarios del próximo año. «Con esta inversión», aseguró Valcárcel al comité de empresa, «se podría poner la primera piedra para alargar la vida de la mina y, entre tanto, ir creando nuevas actividades, ya que se acababan los yacimientos. Si esta solución no se empieza a aplicar, el 1 de enero de 1981 el proceso de cierre sería irreversible».
Sin embargo, uno de los principales problemas del aumento de producción radican en la falta de concreción de los incrementos salariales para el próximo año. En el plan de la dirección de PDN, el aumento de la productividad y producción se ha concebido sin aumentos salariales por falta material de recursos, de tal modo que cualquier incremento deberá salir de la mayor producción y ventas de Potasa. En caso contrario, no habrá ningún tipo de aumento en los salarios.
En relación con esta cuestión, Antonio Valcárcel expresó ante el comité de empresa que PDN está dispuesta a negociar la fórmula a aplicar de cara a conseguir superiores ingresos para la sociedad, que serían dedicados a inversiones (absolutamente necesarias para investigar nuevos yacimientos) e incrementos salariales. En consecuencia, PDN presentará en breve a los representantes de los trabajadores un plan de objetivos alcanzable por cada uno de los departamentos organizativos de la empresa, con el fin de conocer la opinión de la plantilla sobre el tema y estudiar las posibles contraofertas.
Al parecer, los once miembros que USO y UGT tienen en el comité de empresa son partidarios de negociar con la dirección.
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