Soares abandona la dirección del Partido Socialista portugués
La dimisión de Mario Soares de todas sus funciones en el Partido Socialista portugués (PSP), hasta después de las elecciones presidenciales del 7 de diciembre, anunciada el domingo, ha conmocionado la actualidad política lusa. Miario Soares retiró «su apoyo personal a la candidatura del presidente Ramalho Eanes» y se marchó a su casa de campo de las cercanías de Lisboa, sin aceptar siquiera recibir a la delegación de la comisión nacional del partido, que intentó hacerle reconsiderar su posición. A pesar del gesto dramático de su líder, la dirección del partido socialista reafirmó su apoyo a la candidatura de Eanes, pidiendo a todos los militantes socialistas que redoblen sus esfuerzos para impedir la elección del general Soares Carneiro, candidato de Alianza Democrática.
Esta decisión fue tomada, en voto secreto, por 78 miembros de la comisión nacional, contra 43, y hubo ocho abstenciones.Sin embargo, la crisis en el PSP se agudizó anoche al anunciar el secretariado general que suspendía sus funciones en solidaridad con Mario Soares, informó Efe.
La actitud de Mario Soares, cuya causa inmediata fue la conferencia de Prensa de Ramalho Eanes el pasado martes, en la que el presidente se desmarcó del PSP, parece haber causado sorpresa en sectores de los demás Estados mayores políticos y en las bases socialistas.
Si es cierto que varios dirigentes del partido socialista habían manifestado su preocupación ante las declaraciones de Eanes, en las que éste se distanciaba del frente socialista y tendía un puente para un entendimiento con Alianza Democrática, el ambiente parecía haberse serenado después de un encuentro de cinco horas entre Soares y Eanes, y de una entrevista del presidente al semanario O Jornal, en la que corregía el alcance de sus afirmaciones de la víspera y reafirmaba su identificación con «la socialdemocracia y el socialismo democrático».
En la reunión del secretariado nacional del PSP fue Mario Soares quien pidió personalmente a Manuel Alegre, uno de los históricos hostiles a Eanes, que retirase una moción que proponía el abandono de la candidatura Eanes.
A primera vista, la decisión de Mario Soares deja a Eanes aún más aislado y compromete definitivamente su reelección. Es este el primer comentario de los círculos de Alianza Democrática, y un periódico va hasta el punto de anunciar una probable renuncia de Eanes a su candidatura.
Estos vaticinios fueron inmediatamente desmentidos por el portavez de la candidatura Eanes: aunque ligeramente entristecido por la crisis dentro del PSP, Eanes no pensó en ningún momento, renunciar a una candidatura que volvió a calificar de nacional e independiente de cualquier apoyo partidista.
Desde el punto de vista de los defensores del bloque central, el gesto de Soares no tiene otro significado que alejar eventualmente unos sectores considerados ajenos al proyecto presidencial de un acuerdo de régimen, es decir, la izquierda marxista del PSP y de la UIEDS, de Lopes Cardoso. Este último se apresuró a proponer, dentro del cuadro de la coalición del Frente Republicano y Socialista, la búsqueda de una candidatura alternativa que pueda ofrecer mejores garantías que la de Eanes, para «rechazar el proyecto político de derecha, el referéndum constitucional y la alteración de la ley electoral».
Pero es evidente que Mario Soares, no puede patrocinar una alternativa de este tipo, que recogió ya el apoyo de sectores de la extrema izquierda (trotskista) y daría un inesperado triunfo al partido comunista. Un candidato socialista no podría evitar ser «el candidato común de la izquierda», y si algunos elementos del PSP pueden verse tentados por la aventura, no es seguramente el caso de Mario Soares.
Lejos de significar una inversión de tendencia en el PSP, el alejamiento de Mario Soares eliminaría, al contrario, el mayor obstáculo a la evolución política iniciada después de diciembre pasado, concretizada en la alianza con los socialdemócratas independientes y el acuerdo con Eanes.
Elogios socialdemócratas
En ausencia de cualquier reacción oficial, los primeros comentarios de personalidades y de periódicos próximos del PSD deben ser considerados significativos. Es elogiada como «Iógica y coherente» y como un «gesto de coraje político» la actitud digna de Mario Soares, y condenada la decisión de la dirección del PSP, que, al mantener su apoyo a Eanes, acaba de «elegir al jefe del Estado como secretario general del partido», según la expresión del dirigente socialdemócrata, Angelo Correia.Las más duras críticas son dirigidas a Eanes y a sus consejeros, por pretender edificar el famoso bloque central, PS- PSD, «sacrificando los dos líderes de estos partidos: Soares y Sa Carneiro ».
El PSD procura visiblemente suscitar, en sus bases como en las bases socialistas, un reflejo defensivo en favor de los «partidos democráticos» contra las maniobras presidencialistas, recordando que idéntico juego ya fue tentado para dividir el PSD y liquidar a Sa Carneiro.
Los reformadores, ahora con fuerza en el círculo que rodea a Eanes después de una efímera alianza con Alianza Democrática, no esconden que su intención es efectivamente romper al PSP y al PSD, para formar su Federación Democrática y Reformadora.
Una manifestación, convocada anoche, de apoyo de las bases a Mario Soares, en Lisboa, revelará si Soares es aún el dirigente prestigioso e insustituible que fue
La eventual eliminación de Sa Carneiro aparece mucho más problemática: sería preciso, para ello que Eanes ganase las elecciones del 7 de diciembre, lo que constituiría para el dirigente socialdemócrata una derrota personal, ya que anunció anticipadamente que renunciaría entonces a ser primer ministro.
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