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El Madrid, salvavidas de Kubala

En estos momentos de crisis, el Real Madrid le ha echado dos capotes al Gobierno. Hace dos semanas perdió en Sevilla por el artículo 144 y el domingo fue vencido en Sarriá por el 151. Errores como el de golear al Athlétic, cuando hay que pactar con Garaikoetxea, no volverán a producirse. Para que los nervios no comiencen a crisparse, el Madrid ha perdido dos partidos en cinco jornadas. El año pasado en todo el campeonato perdió sólo tres. Para que Kubala pueda aguantar un par de semanas más, si llega, el Madrid solamente está dos puntos por encima del Barça.

El Madrid no quiere salirse de la tabla. O no le dejan. El caso es que este año no funciona como es habitual. Ya hay quien se hace ilusiones. Pero son vanas. Al final estará donde suele, aunque Luis de Carlos no pueda tomar asiento en los palcos presidenciales. Las dos derrotas de esta campaña han animado el cotarro. Así, en principio, parece que la descentralización es un hecho. Pero, insisto, no se lo crean. Todo es un espejismo.

El más beneficiado por las derrotas del Madrid es Ladislao Kubala, que ya se ha comprado el turrón navideño para no quedarse sin él. Con los desastres continuos del Barça, si el Madrid anduviera en plan triunfal, José Luis Núñez ya le habría dado la boleta a Kubala. Con las migajas del presupuesto barcelonista ha hecho el suyo el Osasuna. Con esas cuatro perras gordas, los pamplonicas estuvieron el domingo haciéndole la cama a Kubala, como hace dieciocho años.

El Madrid dicen que jugó mejor con nueve que cuando lo hizo al completo, es decir, con Juanito (el Madrid es el único equipo que juega con desventaja, o sea, con Cunningham). El Barcelona no asegura los puntos ni con cuatro defensas centrales. Quizá el error fue fichar a Quini pudiendo haber contratado a Jiménez y Maceda. El Madrid perdió al conflictivo Juanito, que no escarmienta ni a botellazos. El Barcelona perdió en El Sadar y tampoco escarmienta. Nos pasamos la vida diciendo que el Barça tiene la mejor plantilla de Primera, y Kubala ha sido capaz de dirigir el fracaso de dos equipos totalmente distintos en Liga y Copa de la UEFA. Ahora sí que se le pone difícil a Núñez. Darle la baja a Kubala vale un dineral y esos despilfarros no hay modo de justificarlos. Núñez, ya se sabe, que tapona los agujeros de la caja pidiendo dinero adelantado a los socios; pero cubrir los gastos de este año va a ser complicado. Siempre quedará el recurso de que Rexach le marque el gol del triunfo al Madrid.

Al Madrid le causaron el peor de los atropellos en Sarriá. Le cantaron la copla, le ganaron el partido, le expulsaron a Juanito y le robaron las botas. Y la cartera al presidente. Fue una falta de respeto en todos los sentidos. Estas cosas, con Bernabéu no pasaban. Por una vez, De. Carlos y Núñez pueden llorar juntos. Y todo eso pasó en el campo del Español, único club catalán al que respetaba Bernabéu.

Mientras tanto, el Zaragoza mantiene el tipo. Desde los tiempos de los cinco magníficos -Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra-, no se había visto cosa igual. En La Romareda empiezan a sospechar que los chavales de la tierra están por la labor. Han salido más contestatarios que La Bullonera.

La contestación formal del fútbol actual la protagonizan los árbitros catalanes. La huelga va en aumento y aunque la solución oficial es conceder permiso a los aficionados para que, de común acuerdo, los equipos puedan dirigir los partidos de regional y juveniles, el problema será prácticamente insoluble dentro de cuatro días. Plaza está más que desbordado y algunos de sus presidentes regionales ya no tienen defensa alguna. Pero ellos, en sus trece. No dimiten por muchos recados que se les envíen.

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