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El árbitro necesitó protección policial en Vallecas

El Rayo se llevó el primer disgusto e la temporada. Se mostró siemre incapaz de concretar su juego, careció de fluidez en la media y penas creó peligro ante el marco santanderino. El Rácing se limitó a contener atrás la mediocridad de su rival y se vio favorecido por la pasiva actitud arbitral con alguno de sus hombres.Para aumentar el disgusto, en el úItimo minuto, el árbitro se inhibió ante un claro penalti cometido a Mate. Esto desató las iras de la paroquia rayista, que despidió al trío arbitral y a los jugadores satanderinos con una interminable lluvia de botes, y les obligó a entrar algo as que a paso ligero en vestuarios. Al final, incluso, la policía tuvo que proteger la salida de paisano del colegiado de las instalaciones rayistas.

Las incidencias, lamentablemente, constituyeron lo único noticiable de un partido que puede ser calificado, sin temor a exageraciones, como el colmo de la sosería. El aburrimiento del público sólo espertaba de cuando en cuando ara condenar las violentas entraas de Villita, un lateral que podría sumir con carisma el papel de duo en cualquier película del Oeste.

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