El Gobierno hizo imposible un acuerdo para que el PNV votase a favor, según Arzallus

«Nos hubiera gustado llegar a un arreglo con el Gobierno y votar sí, pero ha sido imposible. Su oferta era insuficiente, y no deseamos darle un cheque en blanco. El Gobierno debe ganar, día a día, la confianza que perdió día a día. No obstante, si a través de las comisiones mixtas de transferencias y conciertos económicos de la Junta de Seguridad y de la estricta aplicación de lo acordado en ellas demuestra en adelante una voluntad autonómica real, nosotros apoyaríamos el pacto legislativo», declaró ayer a EL PAÍS el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzallus, al valorar el voto negativo de su partido a la cuestión de confianza planteada por Adolfo Suárez.El dirigente peneuvista insiste en que en las «conversaciones y contactos» que desde el viernes («una vez que UCD se convenció de que volvíamos») mantuvo el PNV con representantes del Gobierno no se produjo ningún pacto secreto. «No hemos querido conversaciones secretas», precisa, «porque de ellas surgen compromisos y promesas verbales susceptibles de olvido o mentís posterior. En este sentido estamos ya escaldados. Deseábamos el cauce legal y público de las comisiones mixtas, en las que todo queda recogido en un acta. No ha habido, pues, en los días pasados negociaciones secretas ni protocolos, y sí una prolongación de los trabajos de una mesa oficial permanente de negociaciones, como es la comisión mixta de transferencias».

Reconoce Xabier Arzallus que por medio de esa vía se avanzó bastante en las horas previas a la votación y se llegaron a acuerdos de importancia, pero indica que, aún así, la oferta del Gobierno se quedó «coja». «El avance en el tema de las transferencias era sustancial, es cierto, pero el Gobierno no quiso, por ejemplo, reunir el lunes a la comisión mixta de conciertos ni anunciar la designación de su representación en la Junta de Seguridad. Para nosotros era básico que se solucionara el tema de los conciertos económicos, en el que está todo debatido. La ley estaba únicamente a media hora de su aprobación y no quisieron darle el empujón definitivo. Tampoco lo hicieron con el tema de la Junta de Seguridad.

Llenar de contenido el Estatuto vasco y lograr su desarrollo integral, haciendo posible la potenciación de las instituciones autónomas es el objetivo fundamental del PNV de cara a los próximos meses, y así lo va a anunciar hoy Xabier Arzallus en el informe que presentará en la asamblea nacional del partido. «El texto del Estatuto», señala, «es un derecho positivo que hay que cumplir y respetar, y el que se resista a cumplir esa ley abusará de su fuerza y del poder».

Aunque confiesa que el PNV no tiene en principio demasiada fe en la voluntad autonómica del Gobierno ni en la que denomina «cierta oposición», reafirma la voluntad de su partido «de seguir colaborando con el Gobierno para encontrar una solución al desarrollo autonómico de Euskadi».

«En la medida en que día a día veamos en el Gobierno una real voluntad autonómica, iremos dándole nuestra confianza. Si a través de los cauces legales, como son las comisiones mixtas de transferencias, de conciertos económicos y de la Junta de Seguridad, se arregla la situación y vemos que el otro presumible «calvario», que será la aplicación de lo acordado en aquéllos, se realiza con seriedad y de forma estricta, nosotros podríamos apoyar el pacto legislativo».

Coincide esta apreciación con el criterio expresado hace una semana a EL PAÍS por Marcos Vizcaya, que adelantaba como posible «a medio plazo» la ampliación del pacto parlamentario UCD-Minoría Catalana a la minoría vasca.

Desde esta perspectiva, Xabier Arzallus desea aclarar que el PNV va a tratar por todos los medios de llegar, por vía parlamentaria y del «diálogo honesto», a un acuerdo con UCD. «Si no es posible, si actitudes irresponsables y de claro abuso de poder, como es, por ejemplo, su negativa a constituir la Junta de Seguridad, tendremos que utilizar otras vías. No nos echaremos al monte ni, desde luego, utilizaremos las armas, pero, sí usaremos el apoyo popular».