Los clubes morosos solucionaron sus deudas

A las siete de la tarde, una hora antes de que diera comienzo el partido Langreo-Sestao, quedó solventado el problema que mantenía el equipo asturiano por el impago a nueve de sus jugadores, lo que hubiese impedido la celebración del encuentro, al no tramitar sus fichas la federación. Por la mañana se habían solucionado los problemas de los otros clubes morosos que no habían podido cumplir en el plazo establecido -doce de la noche del viernes- sus deudas con los jugadores: Levante, Badajoz, Toledo y Sabadell. Teóricamente, el primer punto reivindicativo de los fútbolistas se consiguió así. El de los sub-20 se tratará el lunes, y decidirá la convocatoria o no de la huelgaEl Langreo adeudaba unos cinco millones de pesetas a nueve jugadores. La intervención del presidente de otro club asturiano, Manuel Vega Arango, del Spórting, tras mediación del secretario federativo Agustín Domínguez, sirvió para conseguir un millón y medio de pesetas para tres de los nueve futbolistas, justamente los que ya no pertenecen al Langreo. Los otros seis aceptaron retirar sus denuncias una hora antes de que saltasen al campo a jugar con el Sestao, en los propios vestuarios, tras la promesa que se les hizo de cobrar lo que les pertenece en breve.

Por la mañana, varios jugadores del Levante hablan aceptado unos avales a título personal del presidente y vicepresidente del club, por valor de unos veinte millones de pesetas. A su vez, el tesorero del Sabadell prometió pagar el lunes los casi tres millones que debía este club-, el Badajoz consiguió siete millones y medio gracias al Atlético de Madrid -que se hizo con la opción de dos jugadores del equipo extremeño-, y, por último, la Caja de Ahorros de Toledo avaló cuatro millones y medio, que era la deuda del club toledano.

Manuel Esteo, coordinador general de los futbolistas, y Agustín Domínguez y Adolfo Gil de la Serna, por parte federativa, habían conseguido negociar la cancelación teórica de todas las deudas. Habrá que aguardar a la próxima semana para comprobar la autenticidad de las promesas -talones bancarios- realizadas, aspecto sobre el que aún cabe mantener serios recelos, por antecedentes negativos conocidos. Y cabe, asimismo, esperar que en sucesivas temporadas no se necesiten estas exhaustivas horas extra para solventar este tema.