La usurpación de Jerusalén
La resolución dictaminada el pasado jueves por el Parlamento israelí fue sorprendente e inesperada. Esta ley declara a Jerusalén como «una, unificada..., capital, sede del Gobierno y del Parlamento, así como de la corte suprema». Indudablemente, para los israelíes Jerusalén es algo emocional, con implicaciones religiosas y políticas. (...) Desde la captura de la vieja ciudad y desde la anexión, en el plazo de tres semanas Israel ha tratado el problema en lo que denominan «municipalidad de Jerusalén», de acuerdo a la descripción hecha en la propuesta de ley de Geula Cohen, diputada ultraderechista del Knesset.(...) De esta forma, Israel muestra no tener en cuenta las convenciones de Ginebra, emitidas a lo largo de estos trece años, así como aquellas emanadas de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad del mismo organismo. (...)
(...) Por ello, esta decisión resulta avergonzante, tanto para Estados Unidos como para Egipto, y por ello están sopesando su respuesta. (...)
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