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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

"Faustina"

En la sección Cine español se exhibe hoy la película Faustina, realizada en 1957 por José Luis Sáenz de Heredia. Como intérpretes intervienen María Félix, «la mujer fatal de los años cincuenta», como la han calificado algunos críticos, y, además, Fernando Fernán Gómez, Conrado San Martín, Fernando Rey, Elisa Montes, José Isbert, Tony Leblanc, Tomás Blanco y Xan das Bolas.Durante una excursión por las galerías inexploradas de un lago subterráneo, un espeleólogo tiene un encuentro sorprendente: nada menos que un diablo, enviado en misión especial a la Tierra, que le cuenta su historia. Es Mogón, diablo de segunda división, pescador en un afluente de la laguna Estigia, que está siendo juzgado de nuevo por haber fracasado en algo que parecía tan sencillo como devolver la juventud, previo estipendio del alma, a Faustina, anciana de agitado historial. Lo tremendo fue que, Faustina podía identificarse con la mujer que le obligó a suicidarse en sus tiempos de humano, cayendo por eso. de cabeza, en los dominios de Mefistófeles. Mogón se niega, en principio y en cuanto diablo, a pactar con la mujer.

La película -que representó al cine español en el Festival de Cannes- es un intento de tratar, en un plano de humor, el mito de Fausto, imaginando lo que hubiera podido suceder si el diablo hubiera pactado con una mujer en vez de hacerlo con un hombre. La historia es la del duelo mujer-diablo, y el humor, sencillo y superficial, a pesar de la aparente presunción de profundidad temática. Con alguna reiteración, brilla el ingenio de situaciones y diálogos.

El polifacético J. L. Sáenz de Heredia -escritor, comediógrafo y autor de revistas musicales- adaptó aquí precisamente su comedia musical Si Fausto fuera Faustina..., que Celia Gámez estrenó en 1943. Ya habían transcurrido casi quince años desde entonces, y la versión cinematográfica tuvo por intérprete a la bella actriz mexicana María Félix, que incorpora a una mujer que vende su alma al diablo a cambio de la eterna juventud... y con sus artes acaba por engañar al mismísimo diablo.

La película posee, según el crítico Josep María Baget Herms, la dignidad y la buena factura habituales en el cine de Sáenz de Heredia en aquella época -aún reciente el éxito de Todo es posible en Granada e Historias de la radio-, aunque su rendimiento comercial no fue demasiado brillante. Junto a María Félix destaca la intervención de Fernando Rey y Conrado San Martín, dos de los máximos galanes del cine español de los años cincuenta.

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