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El "fosbury" se impone al "rodillo ventral"

Con veinticuatro horas de diferencia, dos hombres han saltado 2,35 metros de altura, que es el nuevo récord mundial. Con ello ya son tres los hombres que rebasaron el listón situado a tal altitud, pues Yaschenko lo logró en pista cubierta hace dos años -la marca no tuvo consideración de récord, al no realizarse al aire libre-. En definitiva, son tres los atletas que tienen acreditado el 2,35, y se enfrentan, una vez más, dos estilos diferentes, el rodillo, de Yaschenko, contra el fosbury, de Wszola y Mogenburg.Wszola compitió en Madrid, el 17 de mayo, después de un mes de concentración en la residencia Blume. Ganó su prueba con 2,21, tras empezar a concursar con 2,15. No llegó más alto porque, según él, la competición resultó demasiado larga; además, ese día, el aire en contra, tuvo la intensidad suficiente como para impedir la consecución de marcas importantes. Wszola, en sus entrenamientos realizados en el INEF, incluso en domingos, llegó a saltar 2,25 con media carrera. Su estado de forma era extraordinaria y lo demostró en su segunda competición del año, en la República Federal de Alemania, donde subió hasta los 2,35 metros.

El padre de Wszola, que es además su entrenador, explicó en Madrid que su hijo pasó un bache después de proclamarse campeón olímpico, en Montreal: «Le adularon demasiado, y hasta que no se casó, el año pasado, no sentó la cabeza». Su mentalidad, además, no era la de campeón. Según Paco López, entrenador español, que sigue con atención a los grandes saltadores mundiales, «en Montreal el atleta polaco tuvo un día de suerte, pues llovió, lo que perjudicaba a Stones, que no pudo desarrollar su veloz carrera hacia el listón con la pista mojada». Wszola comenzó a entrenarse a conciencia el año pasado.

El límite actual del salto de altura puede situarse entre los 2,38 y los 2,40. Cualquiera de los tres hombres que rebasaron los 2,35 pueden llegar hasta ese tope. Wszola tiene ilusión y, por vez primera, mentalidad de gran campeón; Mogenburg es más joven y tiene más estatura -mide 2,01-, por lo que su futuro es prometedor. Por lo que respecta a Yaschenko, hay que esperar su recuperación de una lesión sufrida. Este atleta es un portento, y lo demuestra el hecho de que con su estilo de rodillo ha llegado tan alto como los practicantes del fosbury. El salto de rodillo tiene mayores limitaciones, porque la coordinación de movimientos resulta más complicada, y su perfecta aplicación requiere muchos más entrenamientos.

En la actualidad, son mayoría los atletas que aplican al salto la técnica fosbury, y de su resultado habla bien el hecho de que en el ranking del año pasado, entre los veinte mejores del mundo, sólo tres saltaron de rodillo, y entre los dieciocho mejores atletas de todos los tiempos, doce pertenecen al estilo fosbury. Los saltadores que más alto llegaron con esta modalidad han sido Mogenburg y Wszola, hasta 2,35; Stones, hasta 2,32, y Grigoriev, Fields, Schneider, Traehnardt y Nagel, hasta 2,30. Por parte del rodillo figuran en la clasificación de los mejores de todos los tiempos Yaschenko, con 2,34 -en pista cubierta tiene 2,35-; Beilschmidt, con 2,32, y Lauterbach, con 2,30.

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