Cuatro gitanos pasan a disposición judicial tras los incidentes del domingo en el Zofío
Cuatro personas pasaron ayer a disposición judicial tras haber sido detenidas el pasado domingo en el barrio de Zofío, del distrito de Villaverde, tras unos incidentes callejeros originados por la mordedura de un perro a un vecino de la zona.
Los cuatro detenidos son Jerónimo Maya Montoya, de 54 años; Manuel Losada Silva, de 50; María Nieves Maya Losada, dé 22, y Ubaldina Montoya Losada, de 54. Otros dos jóvenes de la familia Losada se encuentran heridos de consideración por arma blanca y objetos contundentes.Según la información facilitada por fuentes policiales, a las 19.30 horas de la tarde del pasado domingo fue requerida la presencia de un coche patrulla de la policía para trasladar a un ciudadano hasta su domicilio, situado en la calle de Calanda. La citada persona manifestó que temía sufrir una agresión por parte de los gitanos que viven en las inmediaciones, ya que su vivienda había sido objeto de numerosos destrozos durante la mañana. La agresión a la vivienda era debida a que habla presentado denuncia porque el perro de un gitano había mordido a un familiar.
Cuatro coches de la policía, señala la nota policial, acompañaron al citado ciudadano hasta su domicilio y se encontraron con dificultades para llegar al mismo. Fue preciso -continúa la nota- efectuar un disparo al aire para intimidar a los que intentaban asaltar la vivienda portando diversas armas. Refuerzos policiales llegados más tarde lograron dispersar al grupo, de unos cien gitanos, a quienes se les ocupó una escopeta de repetición marca Franchi, un cuchillo de monte, un martillo y cinco garrotes con punta de acero. Una mujer embarazada del grupo de gitanos sufrió un desmayo durante los incidentes.
Muy distinta es la versión de los gitanos, que niegan rotundamente que su número se acercase a ciento, y rechazan la información dada por la policía a algunos órganos de prensa.
El joven gitano Carlos Losada salió a pasear con su perro en la mañana del sábado, señalan fuentes gitanas, cuando dos personas vecinas del barrio le dieron una patada al animal. Este se revolvió y atacó al agresor. El dueño del perro manifestó entonces que su padre sufragaría los gastos de curación y medicinas, pero los otros dos reaccionaron golpeando a los gitanos. Carlos Losada avisó a su hermano mayor y ambos, que salieron a interesarse por los hechos, fueron agredidos por un grupo de diez o doce personas, que les atacaron con un perro mastín. Ambos tuvieron que ser ingresados en el Primero de Octubre, donde fueron atendidos de heridas producidas por navajas y objetos contundentes, continúa la versión gitana. Adolfo Losada, padre de los muchachos, fue agredido posteriormente y detenido por la policía.
Conocidos los sucesos, se fueron congregando en el domicilio gitano numerosos familiares durante la mañana del domingo. Hacia las siete de la tarde, añaden las mismas fuentes, tres o cuatro personas de la familia de los rivales se presentaron para provocarlos, y al salir los gitanos fueron detenidos por la fuerza pública cuando se organizaba una pelea. Reconocen los gitanos que, en un momento de nerviosismo, dos gitanas apedrearon la vivienda del denunciante.
Por su parte, los payos señalan que Mariano Blanco, de veinte años, fue mordido por el perro de los gitanos sin mediar palabra. Pasó a la casa de socorro y posteriormente denunció los hechos en la comisarla. Su tío Manuel Viejobueno pidió a los gitanos que llevasen al perro a la comisaría para realizarle un examen, pero éstos se negaron. Posteriormente, se fueron a casa del herido, y al salir de ésta, varios familiares fueron atacados por dos gitanos, originándose una pelea, en la que resultan heridos por arma blanca los agresores, heridas causadas en legítima defensa, según su versión. Cuando la policía se presentó, la madre de los Viejobueno fue agredida por el padre de los Losada. Nuevo intento de pelea, Mariano Blanco ingresa en el Primero de Octubre con contusiones por garrotazos y posteriormente declaran todos en comisaría.
Durante la noche, indican las mismas fuentes, se van concentrando los gitanos. Los Viejobueno salen al campo en la mañana del domingo y, por la tarde, son informados de los destrozos ocasionados por los gitanos en la casa de un familiar. Se presentan en la casa gitana con la policía. Entonces salen éstos portando armas y son detenidos cuatro.
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