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El Valencia, tercer equipo español que aspira a ganar la Recopa

Por sexta vez un equipo español accede a la final de la Recopa. De las cinco ocasiones anteriores solamente Atlético de Madrid y Barcelona pudieron alzarse con el triunfo. El Valencia, representante hispano en la presente ocasión, tendrá como adversario a otro novicio en esta clase de acontecimientos, el Arsenal inglés, equipo que pertenece a una estirpe que acude por octava vez a la final, tras haber ganado cuatro, por medio de Tottenham, West Ham, Manchester City y Chelsea, y perdido tres.

Para el Valencia, que hasta la fecha únicamente ha triunfado en dos competiciones europeas -la ex Copa de Ferias-, se presenta la ocasión de inscribir su nombre en el libro de las familias futbolísticas más distinguidas.El Valencia llega a Bruselas con el buen sabor del triunfo liguero contra el Zaragoza. El Arsenal acude al estadio Heysel con la amargura de la derrota en la final de la copa inglesa frente al West Ham, un histórico que este año ha jugado en Segunda División. Para el Valencia, la final es la mejor oportunidad y casi la única de obtener la clasificación para un torneo europeo de la próxima temporada, dado que ya ha perdido la Copa de España y depende de una problemática clasificación para el torneo de la UEFA. Para el Arsenal el panorama viene a ser similar.

El Arsenal, que jugó la final inglesa, dio la impresión de ser un equipo en baja forma transitoria. Hay que tenerle los debidos respetos, porque el fútbol inglés posee unas cualidades siempre envidiables. Teóricamente es peor adversario para el Valencia que la Juventus, pero casi con toda seguridad, dadas las características del conjunto valencianista, el fútbol inglés se presta más a una victoria sorprendente. Los ingleses, de siempre, han sido dados a jugar alegremente. Son mucho menos calculadores que los italianos. El fútbol británico permite jugar al adversario, lo que puede facilitar la acción de hombres de la clase de Solsona, Bonhof y Kempes. Con el catenaccio italiano probablemente se hubieran movido con más dificultades.

Los últimos fracasos de la selección española nos han llenado de pesimismo, y eso hace que a priori no consideremos a ningún equipo nacional favorito ante cualquier extranjero. Sucede que en las competiciones de clubes la situación es distinta por el hecho no desdeñable, al menos en casos concretos, del concurso de extranjeros.

En el caso del Valencia y Arsenal basta repasar el desarrollo de la competición para comprobar que no hay razones suficientes para el pesimismo. El Valencia ha eliminado al Boldklubben danés, al Glasgow Rangers -único equipo que ha disputado tres finales de Recopa y ganado una-, al Barcelona y al Nantes francés, que no son inferiores a los Fenerbahce turco, Magdeburgo de la República Democrática Alemana, Gotemburgo sueco y Juventus de Italia, que son los que ha dejado en la cuneta el Arsenal. El Valencia ha resuelto las eliminatorias con mayor amplitud que su adversario, ya que ha marcado veinte goles y encajado nueve, lo que da un cociente de 3,22. El Arsenal ha logrado trece dianas y le han endosado cinco, lo que en la división resulta 2,6.

El Valencia alineará, según manifestaba Di Stéfano ayer, el mismo equipo que derrotó al Zaragoza, y el Arsenal, que según el entrenador valencianista debió ganar su copa por amplio margen, pondrá en liza a sus mejores hombres. Di Stéfano pondrá a dos jugadores jóvenes y fuertes, como Tendillo y Botubot, sobre los dos delanteros natos, Stapleton y Sunderland, con que actúa el Arsenal. Al poder organizativo de Brady se opondrá el de Bonhof y prácticamente el sistema de juego de ambos conjuntos será el mismo: dos delanteros en el Valencia, con Saura flotando entre la media y el ataque, y dos también en el Arsenaljos citados, con Rix en media punta.

El ambiente ayer en las calles de Bruselas era valencianista. Hoy llegarán los miles de ingleses, para los que cruzar el Canal es poco más que un paseo. El estadio Heysel se llenará totalmente. La temperatura a las cinco de la tarde de ayer era de veinticinco grados.

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