Accidentada etapa pontevedresa

La decimotercera etapa de la Vuelta a España, entre Pontevedra y Vigo, con 195 kilómetros de recorrido, constituyó todo un espectáculo accidentado por causas en su mayoría ajenas a la prueba. La lluvia, además, no cesó de caer en todo el recorrido. El alemán Haller venció al neoprofesional Jesús Hernández en el sprint final, mientras Martínez Heredia encabezó un reducido grupo de hombres -entre los que al fin iba Pollentier-, clasificados a 1.14, por delante del gran pelotón, que entró, con todos los mejor clasificados, a 4.41. La clasificación general no sufrió cambios y sigue encabezada por Faustino Rupérez.La segunda etapa por tierras gallegas pudo tener consecuencias graves para la integridad de los ciclistas, que ya decidieron esforzarse bastante contra la continua lluvia. Un corte en la carretera a la altura de Redondela, donde los vecinos protestaron por un problema vial, así como la gran cantidad de tachuelas arrojadas a la calzada en ese mismo punto y también en Porriño, provocaron momentos de desconcierto en la carrera. La Guardia Civil evitó males mayores, pero no la multitud de pinchazos que entorpecieron la etapa.

Nuevamente se movieron los modestos y tanto el que sería vencedor, el alemán Haller, como el joven Jesús Hernández o el gran animador de la Vuelta del año pasado, Felipe Yáñez, se mostraron los más activos. El pelotón, que llegaría a la meta encabezado por el maillot verde y líder de las metas volantes, el irlandés Kelly, permitió sin mayores problemas esas salidas. El maillot amarillo Rupérez no puede gastarse ni tiene equipo tan fuerte como para controlarlo todo.