Dificultades en los proyectos cinematográficos para TVE / y 2

Catorce de los diecisiete producto res cuyos proyectos fueron seleccionados para los 1.300 millones de pesetas destinados a la producción de programas para TVE contesta ron, con fecha 29 de enero, a la carta del gerente de TVE, Javier Juan-Aracil. La carta, suscrita conjuntamente por los producto res, contesta en tres puntos a las pretensiones de TVE.«Primero. En caso de enviar a esa Gerencia lo solicitado (plan de trabajo, guiones completos y presupuesto)», se escribe en la carta, «deberíamos formalizar contratos a guionistas, directores, técnicos de producción y dirección que nos supondría unas obligaciones contractuales de ciento setenta y siete millones, novecientas cuarenta y una mil quinientas pesetas, según se detalla en hoja adjunta. Segundo. Consideramos absolutamente ilógico comprometernos a unas obligaciones contractuales anteriormente descritas sin haber firmado previamente un contrato entre casa productora y TVE que refleje claramente el acuerdo de la realización de las series y/o largometrajes, aunque no dudamos que el común acuerdo se establecerá sobre las bases del proyecto presentado y que ha sido aprobado por la Comisión correspondiente. Tercero. Lógicamente, en el acuerdo que se suscriba entre TVE y cada productor deberán plasmarse todos los detalles concernientes a financiación, beneficio industrial y demás pormenores.»

Aunque los productores urgían una respuesta de la Gerencia al objeto de celebrar una entrevista para la firma de contratos, RTVE todavía no ha contestado. Antonio Cuevas, presidente del consejo de administración de Kalender Films y profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, cuyo proyecto de adaptación ha sido seleccionado -Juanita la larga, tres episodios de una hora, a razón de catorce millones por capítulo-, manifestó a EL PAIS: «La orden ministerial es muy importante para la industria cinematográfica, que tiene graves problemas de capital y necesita facilidades de financiación. Nuestro propósito, compartido por todos los productores, es garantizar la mejor calidad de las producciones destinadas a TVE con la menor inversión posible. No admitimos, ni como ciudadanos ni como productores, el criterio de hacer productos baratos, en su acepción peyorativa, para ahorrar. Tenemos que demostrar que la cinematografía española está en grado de producir con la calidad técnica y artística que exige la audiencia. Pero las condiciones previstas que ahora exige TVE no son viables si no se materializan los contratos con el organismo estatal.»

El señor Cuevas aludió a otros problemas que la industria cinematográfica tiene con TVE y pendientes de resolver desde hace veinte años. «Entre ellos», dijo, «el primero sería un acuerdo cine-televisión que contemple distintas formas de producción de series o largometrajes para TVE. Asimismo se necesita regular, como sucede en casi todos los países de la Comunidad Económica, las emisiones de cine por televisión que, en momentos críticos, deterioran la asistencia a las salas públicas, sin querer perjudicar en nada los intereses del telespectador.» Antonio Cuevas, por último, comentó que, en una reciente entrevista con el ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, los productores expusieron el deseo de que TVE considere al cine como un producto cultural análogo al libro y a todos los efectos, según un acuerdo de la UNESCO de 1968. Los productores, en este sentido, piden a TVE que se les conceda una reducción del 50%, como ya sucede con los libros, en la publicidad de película.