Menos negocio hasta en las letras

El aburrimiento y la falta de expectativas a corto plazo continúan siendo las coordenadas en las que se mueve el mercado de valores, que además ve languidecer a diario la actividad en los que sólo ayer fueron sus más prósperos corros, como ocurrió en el mercadillo de letras. Porque la pérdida de interés se evidenciaba por momentos. De un total de 83 efectos ofertados, lo que supone la primera reducción, pues, se venían ofreciendo más de cien en cada sesión, se negociaron 33, y ello a pesar de que se contaba con el concurso del papel emitido por Banesto. Por cierto que, por primera vez desde que éste trae letras al «mercadillo, no fueron negociadas todas las que ofreció. La explicación de que los catorce meses a los que había librado estos veinticinco efectos había desconcertado a los especialistas no es razón que se sostenga por sí misma.En el mercado de valores propiamente dicho todo continuó poco mas o menos igual. En esta ocasión, los bancos dieron por concluidos sus breves descensos y se apuntaban a las repeticiones. No obstante, y a la vista de que el total de sus saldos vendedores se quedaba en poco más de 50.000 acciones, después de hora se dedicaron a preparar el terreno para generar mañana, como último día de la semana, algunas recuperaciones.

Para el resto del mercado, las reiteraciones resultan obligadas. Poco negocio y escasas diferencias en las eléctricas, donde los cierres, como casi todos los días, resultaban bastante débiles.