Los moderados, con apoyo de los nacionalistas, se afianzan en el PSOE del País Valenciano

El segundo congreso nacional del PSPV-PSOE concluyó sus sesiones con la reelección de la ejecutiva saliente, de signo moderado, que se consolida para los dos años próximos, con una mayoría de votos superior a la que obtuvo en su primera elección seis meses atrás, aunque de hecho agudiza las diferencias con sus contrarios, que pierden posiciones.

Los tres sectores en juego eran: el afín a la ejecutiva de Joan Lerma, secretario general reelegido; el sector crítico encabezado por el ex secretario general, Joan Pastor, y por el diputado Manuel Sánchez Ayuso (hospitalizado ayer por posible insuficiencia coronaria), y, por último, las delegaciones adictas al antiguo presidente del Consejo Valenciano, José Luis Albiñana. La nueva ejecutiva quedó integrada por los hombres más característicos de su dirección anterior, con escasos cambios, después de fracasar las negociaciones con el sector crítico, de cara a obtener unacandidatura de integración.La lista presentada por la dirección saliente, con Antonio García Miralles, diputado por Alicante, como presidente, y Joan Lerma en la secretaría general, obtuvo entre el 56% y el 59% de los votos emitidos, mientras la oponente de los críticos, encabezada por Manuel Sánchez Ayuso, presidente, y Joan Pastor, secretario general, ambos diputados por Valencia, se llevó de un 35% a un 36%.

Por otro lado, se reafirman las posiciones hegemónicas de dos dirigentes nacionalistas (procedentes del disuelto PSPV al integrarse en el PSOE): el senador Alfons Cucó y el secretario de administración, Manuel Agramunt, quien resultó ser el candidato más votado, con 350 votos más que Joan Lerma.

A la hegemonía del ala nacionalista, que permitió ganar al equipo de Joan Lerma en el anterior congreso extraordinario y repetir su éxito en éste, se remiten fuentes de los críticos para justificar su imposible integración en la ejecutiva. Fuentes de la ejecutiva, por su parte, manifestaron que «la candidatura de integración estaba condicionada al acuerdo en la ponencia política. Ello no fue posible porque la ponencia crítica y la abertzale, de José Luis Albiñana, se mantuvieron en posiciones antagónicas frente a la nuestra».

En efecto, el ex presidente del Consejo, con apoyo del sector crítico, realizó una defensa cerrada, calificada por algunos de «numantina», de la vía constitucional del 151 y de la enseña de cuatro barras sin franja azul, tema este último que resultó derrotado al someterse a votación, por 2.000 votos de diferencia, con la tesis de la ponencia de la ejecutiva, que reconoce el valor histórico irrenunciable de esta enseña sin franja, pero deja la puerta abierta para negociar con UCD y PCE otro símbolo. Por ello, no se sometió a votación el pronunciamiento del.PSPV sobre la vía autonómica, recogida en la ponencia ganadora, favorable a la vía del 151, si bien bajo una óptica flexible.