El Madrid-Barcelona, máxima imagen del fútbol-espectáculo

El enfrentamiento entre el Madrid y el Barcelona de esta tarde es perfectamente representativo de los niveles alcanzados por el fútbol como espectáculo -ya que no como deporte- en nuestro país. Las más de 100.000 plazas del Bernabéu han sido insuficientes, y serán más los frustrados que se queden fuera que los afortunados que puedan presenciar las evoluciones de los veintidós superprofesionales que visten los más históricos colores de nuestro fútbol. La reventa alcanzará hoy precios inusitados.

Un inglés de origen jamaicano, un danés, un austriaco, un alemán, un par de argentinos y varios españoles de casi todas las regiones -Incluso madrileños y catalanes- tratarán de estar a la altura de una expectación enorme, que ha agotado rápidamente las localidades del estadio más capaz de España -y uno de los más capaces del mundo- y han dejado en taquilla más de treinta millones. Jugadores con ingresos anuales que van de los cuatro a los diez o quince millones, según calidad y punto de nacimiento -ser extranjero es un privilegio en esta profesión-, cobrarán una importante prima como incentivo para ganar.Sobre el terreno de juego, el Barcelona presenta una tripleta delantera que impone mucho respeto, compuesta por Heredia, Krankl y Simonssen. Este último fichaje del año, es danés, corto de estatura, pero veloz, inteligente: y con gran disparo. En Barcelona le han rebautizado como «el hombre que se esconde bajo la hierba». Ha gustado mucho, y la hinchada, de afectos veleidosos, no sólo ha olvidado ya a Neeskens -cuya baja fue muy discutida en su día-, sino que incluso ha colocado en un segundo plano al austríaco Krankl, que se paseó el año pasado en la tabla de goleadores; este último está ahora dolido y culpa a la prensa barcelonesa de hacerle campaña en contra.

En la media, junto a los conocidos e incansables Sánchez y Asensi, el Barcelona presenta a Landáburu, un constructor fichado del Rayo Vallecano y cuyo puesto ahora peligra por la reciente adquisición de Rubio, el inconforme del, Sevilla. Pero donde más cambios trae el Barcelona es atrás: la meta está cubierta por Amigó, comprado al Tarragona, y que ha sabido desplazar a Artola, aunque para muchos tampoco es portero a la altura de este club, que lleva años con este puesto esencial mal cubierto; en los laterales, dos jugadores nuevos, Estella y Serrat, formados ambos en la cantera y fogueados en un período de cesión en el Valladolid, han satisfecho por el momento y han conseguido desplazar a los titulares del año pasado, Zuviría y De la Cruz; y en el centro de la defensa, Canito, ex jugador españolista, es el líbero que guarda las espaldas al conocido Miguefi. Canito ha sentado en el banquillo a Olmo y por el momento también ha contentado a la afición.

Por lo que respecta al Madrid, recupera a Cunnhingham y alinea a su equipo de gala. En el marco, García Remóri, en esta feliz segunda época de titularidad; en la defensa, los veteranos Benito y Pirri, útiles todavía, flanqueados por los jóvenes San José y Camacho, éste en vías de volver a ser eljugador de hace dos años; en la media, un sacrificado marcador, Angel; un cerebro en forma, Del Bosque, y un potente medio de ataque, Stielike, pleno de fuerza; en la media punta, con libertad de movimientos para jugar a su capricho, el discutido Juanito, cuyas intervenciones dividen a la hinchada, y delante el rápido Cunningham, aún una incógnita, aunque ya va inclinando al público a su favor, y el saltador Santillana, cuyas posibilidades en el juego de cabeza son una carta que el Madrid siempre tiene en la manga, juegue como juegue.

Arbitrará el valenciano García Carrión, contra quien no tiene nada ninguno de los dos clubs. Encontrar un árbitro para un choque entre estos dos colosos es tan difícil que el Comité Nacional de Arbitros ha roto con su norma de no dar trabajo dos domingos seguidos a ningún colegiado, para que así las oportunidades estén repartidas. García Carrión arbitró la pasada jornada, precisamente en Madrid, en el Atlético- Spórting.

La taquilla es de treinta millones. Entre torneos de verano, Trofeo Bernabéu y los partidos contra el Valencia y el Barcelona, el Madrid ya ha recaudado 105 millones en lo que va de temporada.