Aburrimiento
La propia dinámica del mercado, en su falta de opciones y alternativas, ha determinado el comportamiento apagado de esta monótona sesión de apertura del presente cielo semanal.Efectivamente, la falta de órdenes y el fácil posicionarse en valores concretos por parte de determinados grupos incidieron de manera significativa en el comportamiento de los sectores de cabeza y eran quienes, en definitiva, conferían al mercado él aspecto de aparente sostenimiento que reflejan los dígitos de su índice intersectorial.
Con todo, la actividad en la Bolsa resultaba absolutamente restrictiva y la acción de los operadores se ceñía al intercambio, más o menos trabajoso, de unos, pocos centenares de títulos en los citados valores de punta.
Así, las expectativas de aquellos inveterados optimistas que daban por segura la reacción del mercado, tras los ajustes técnicos observados en las dos últimas sesiones de la pasada tanda, se vieron defraudadas de medio a medio y la reunión transcurrió por unos cauces soporíficos que desesperaron a más de uno de los sacrificados habituales que aún mantienen entre sus vicios el de asistir a diario a las reuniones del mercado de valores.
A la hora de buscar comportamientos particulares con que justificar más de una hora de sesión hemos de volver la vista un día más sobre los valores bancarios, que de nuevo mantienen el tipo gracias a las «ayudas» recibidas, pues con la única excepción del Popular, el resto salía con amplio predominio de las ventas; al recorte de Explosivos o al avance de un punto en Telefónica, que su ponía otro tanto en su índice de grupo.
