Nuevas fricciones en las negociaciones AFE-clubs

Las negociaciones entre la Asociación de Futbolistas y la comisión de clubs han entrado en un camino espinoso tras la última reunión celebrada por ambas partes. El tema del «amateur compensado», que lleva implícito el límite de edad en Tercera División, y el hecho de que los clubs de Segunda y Segunda B se muestren reacios a aceptar el principio de acuerdo establecido sobre el sistema de prórrogas que sustituirá al derecho de retención de por vida, no permiten augurar en principio soluciones válidas antes del pleno del 13 de julio, como cabría esperar.La norma del amateur compensado fue presentada por la Federación a la asamblea de febrero y aprobada, según costumbre, por los «asambleistas». Esta norma, planteada por el presidente de la Federación de Clubs cuando el conflicto con la AFE se encontraba en su punto máximo, limita la edad de los jugadores de Tercera División a veintitrés años, permite sólo tres jugadores por equipo que superen esta edad, y limita, asimismo, las ganancias máximas de los futbolistas a 300.000 pesetas anuales.

En la última reunión, la comisión de clubs -de seis representantes faltaron cuatro- argumentó que este terna entra en el apartado meramente federativo. Esta circunstancia no fue expresada en su momento al constituirse la comisión, se dijo entonces que con auténtico poder decisorio. Los representantes de los futbolistas -acudieron los cinco a la reunión- presentaron las propuestas de que se suspenda temporalmente la norma o que se amplíe el límite de edad y la cantidad prevista, hasta que se llegue a un acuerdo final. En el tema del sistema de prórrogas, quedan pendientes también unas disposiciones transitorias.

Hay otros aspectos anecdóticos que ayudan a explicar la variación en el rumbo positivo que llevaban las negociaciones hasta ahora. Montes Cabeza, presidente del Sevilla, ha contribuido por parte de los clubs a alcanzar acuerdos. Tras la reunión de presidentes de Primera manifestó, por vez primera, que «se iba muy deprisa». Porta, curiosamente, dijo lo mismo ese día.