La OPEP fijará un precio unificado de veinte dólares para el barril de petróleo

El nuevo precio del petróleo será fijado en torno a los veinte dólares por barril, con carácter unificado, en la 54 conferencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), iniciada ayer en Ginebra. El nuevo precio del petróleo será efectivo para los próximos seis meses y su cuantía exacta será anunciada oficialmente hoy. A últimas horas de la noche de ayer, un grupo de expertos se reunió al término de la sesión plenaria ministerial para decidir el precio exacto, tomando como base el de veinte dólares y una hipótesis de trabajo de un dólar de oscilación al alza o la baja.

El nuevo precio, que supone un incremento real del 37% sobre el precio de referencia de 14,55 dólares aprobado el pasado marzo, se verá suavizado por el hecho de que será unificado y en consecuencia evitará, presuntamente, el reciente caos que ha existido en el mercado del petróleo por culpa del complejo sistema de precios aprobado en la última reunión extraordinaria de la OPEP.El jefe de la delegación de Qatar, Abdul Aziz Bin Khalifa, que abandonó ayer prematuramente la sesión vespertina de los trece ministros, declaró a la prensa que la conferencia había acordado, prácticamente, el nuevo precio en sólo tres horas de negociaciones, y que este «será no inferior a veinte dólares». El ministro de Petróleo de Qatar también especificó que el precio será unificado, es decir, que cada país se comprometerá a abandonar el sistema de sobretasas que la OPEP adoptó el pasado marzo y al que se responsabiliza, en parte, del caos existente en los mercados de entrega inmediata (on the spot).

Encarecimiento tranquilizador

De confirmarse este nuevo precio, que en términos nominales supone uno de los incrementos más importantes que la OPEP ha adoptado desde 1973, su efecto sobre las economías occidentales o consumidoras será limitado y menos dañino que la continuación del reciente sistema de precios libres hubiera significado. No obstante, el precio es también el más alto que las economías más desarrolladas podrían soportar en estos momentos, para evitar una recesión de proporciones históricas y mucho más grave que la que produjo, en 1973, la cuadriplicación de los precios del crudo.

El miembro de la delegación de Qatar, que explicó su salida apresurada de la reunión señalando que tenía una cita con el médico, adelantó que los trece ministros de la conferencia habían alcanzado esta rápida decisión en función de la solidaridad de la OPEP con el mundo desarrollado y con los países en vías de desarrollo. Para hoy, está previsto que la conferencia haga público un comunicado en el que se detalle el precio oficial, su validez y el sistema de primas que todavía podría aplicarse.

Primas

La impresión en medios expertos petrolíferos es que el precio unificado que la OPEP ha adoptado tendrá sólo validez para el tipo llamado Arabian light, que producen principalmente Arabia Saudita y los países del golfo Pérsico. En este sentido, los mismos medios señalan que la OPEP permitirá, como lo ha hecho tradicionalmente, el recargo de ciertas primas sobre este precio en función de la calidad, la distancia y el cumplimiento de los contratos.

El precio de veinte dólares no será excesivamente dañino para las economías occidentales, ya que supone tan sólo un incremento no superior al 8% del precio que Arabia Saudita y los países del golfo cobraban por el Arabian light. Este precio, según los últimos datos disponibles, era de 18,41 dólares por barril. Simultáneamente, se cree que también se producirá un ligero aumento en el nivel de precios que Argelia, Libia e Iraq, principales países exportadores del tipo de crudo ultra light, de superior calidad, cargaban a sus clientes, y que era de 21,31 dólares.

De confirmarse el nuevo precio, que según algunos expertos podría experimentar cambios, tanto a la baja como al alza, no superiores a un dólar, representaría una especie de compromiso entre las encontradas posiciones de los trece miembros de la OPEP. Según se ha podido filtrar de medios de la conferencia, Arabia Saudita, en la sesión de la mañana, mantuvo férrea su posición de que el precio de referencia no debía incrementarse por encima de los diecisiete-dieciocho dólares por barril. El delegado saudita y ministro del Petróleo de su país ,jeque Ahmed Zaki Yamani, mantenía también que la OPEP se debía comprometer a abandonar el sistema de sobretasas que fue autorizado en marzo y que, en su opinión, permitía una libertad de mercado.

En el lado opuesto, y según las mismas fuentes, se encontraban Irán, Nigeria y Libia, que defendían el sistema de precios de marzo y la imposición libre de sobretasas. Según estos países, cuyas tesis eran también apoyadas silenciosamente por Irak y Argelia, la responsabilidad del caos del mercado no estaba en manos de la OPEP, sino de las multinacionales del petróleo, que manejan a su antojo los mercados de Roterdam, Génova y el Caribe.

En la sesión de la tarde, según se filtró, hubo un importante cambió en la posición de Arabia Saudita, que, apoyado por el presidente de la conferencia y ministro del Petróleo de los Emiratos Arabes Unidos, Mana Saed Otaiba, se mostró favorable a la tesis de un compromiso basado en la posición de un tercer grupo de países (principalmente del golfo), que abogaban por el incremento alto de precios (hasta un límite de veinte-veintiún dólares) con el abandono formal del sistema de sobretasas. Es dificil precisar, en el momento de redactar esta crónica, si esta estructura será la que definitivamente salga hoy reflejada en el comunicado conjunto de la 54 conferencia ministerial de la OPEP.

Esta conferencia, según han podido demostrar los acontecimientos, es quizá una de las más importantes que la OPEP ha celebrado desde que decidió, a finales de 1973, multiplicar por cuatro sus precios oficiales. En palabras de un delegado en la reunión, «si la conferencia no llega a un acuerdo en defensa de un precio unificado, tendríamos que reconocer que la OPEP, como organización de los productores de petróleo, no sirve para nada, y menos para regular el mercado de petróleo.

Según fuentes de la conferencia, éste fue el principal argumento utilizado en favor de la vuelta a un precio fijo del crudo. De esta forma, la OPEP podría seguir imponiendo su criterio en el mercado y no dejando la iniciativa, pese a la limitada importancia del mercado libre o spot, a las compañías y vendedores de Roterdam y Génova.

Al margen de las cuestiones de precios, la conferencia de la OPEP habría llegado también a una serie de acuerdos para reforzar su estructura. Una de éstas, según fuentes venezolanas, sería la creación de un comité ad hoc para, analizar la posibilidad de formación de una agencia de noticias de la OPEP, cuya base estaría en Viena. El objetivo de esta agencia, según la propuesta venezolana, sería dar una imagen de la OPEP y de las noticias relacionadas con el petróleo distinta a «la que se ofrece fuera de la organización por las agencias internacionales».

Otra de las cuestiones que ha preocupado a los ministros de la OPEP es el efecto de los nuevos precios sobre los países en vías de desarrollo. En este sentido, la OPEP habría decidido incrementar a ochocientos millones el fondo especial de ayuda a aquellos países que padecen problemas de financiación de sus déficit exteriores. Algunos países miembros incluso habrían llegado a proponer que la contribución de la OPEP al fondo fuera incluso superior.