Catón y Vélez, dos españoles al asalto de la fórmula 1

Dos pilotos españoles toman parte en la fórmula 3. Uno de ellos, Fermín Vélez, alterna sus participaciones en el campeonato europeo con las del británico, mientras que el otro, Jorge Catón, se dedica exclusivamente al británico. Ambos cuentan con el apoyo de la Federación, después de haber formado parte del equipo nacional la temporada pasada, escindido éste ante la desafortunada y partidista actuación de su director, Luis Canomanuel.

La fórmula 3 es una competición de monoplazas, similar a la de fórmula 1, pero con motores más pequeños y ruedas de menor anchura. Ambas cosas condicionan, por supuesto, el chasis, la suspensión y la aerodinámica, pero, en conjunto sirve para que los pilotos se acostumbren a la conducción de este tipo de vehículos, al duro y complicado trabajo de su puesta a punto y su adaptación a cada circuito, y a conducir en compacto pelotón -los coches son casi todos iguales-, con los coches casi tocándose, y a toda velocidad.Por todas estas razones, y porque se trata de una especialidad que, pese a estar a un alto nivel, aún es asequible para muchos pilotos -una temporada puede costar del orden de diez millones de pesetas, lo que representa la tercera parte de lo que costaría una igual en fórmula 2-, la fórmula 3 se ha convertido en el banco de pruebas de la fórmula 1, en su auténtico semillero. Los grandes managers y cazatalentos que forman parte del circo prestan su máxima atención a las evoluciones de los pilotos que participan en la fórmula 3, para tratar de descubrir a las futuras figuras y po er contratarlas cuando sus cotizaciones puedan ser aún asequibles.

Dos son los pilotos españoles que participan en la fórmula 3. El primero de ellos, el sabadellense Jorge Catón, contó desde el principio con el beneplácito del antiguo director del equipo nacional. Por eso, de cara a esta temporada, en la que la Federación Española contaba con muy poco dinero para esta actividad y no se había logrado el apoyo económico de casi ninguna firma, Canomanuel decidió que sería sólo Catón quien defendiese los colores españoles. De esa forma, Catón debutaba al principio de temporada, habiendo disputado ya diez carreras con resultados varios, en las que sus mejores actuaciones han sido dos quintos puestos.

Pero, mientras tanto, Fermín Vélez, también catalán, dedicaba su tiempo a convencer a algunos patrocinadores y a la propia Federación Española de sus posibilidades, con el fin de lograr el dinero necesario para seguir corriendo. Aunque con notable retraso, Vélez pudo conseguir el dinero necesario y se trasladó a Inglaterra, donde tiene fijada su base.

Afortunadamente, la Federación, en este caso un tanto problemático, estuvo en el lugar que correspondía. Pese a que el grueso del material y del dinero sigue en poder de Catón, cedió también una parte de su exiguo presupuesto a Vélez, al que dio, asimismo, material técnico como para que pudiera llevar a cabo su ambicioso programa. De esa forma, además, estando el equipo nacional dividido en dos partes, ya no existe un único director, sino un encargado de cada una de las partes del equipo en función de los deseos de cada uno de los pilotos. El anterior director, Luis Canomanuel, cuya labor fue muy polémica y muy criticada incluso en el seno de la propia Federación, queda encargado exclusivamente como manager de Catón y no como miembro de la Federación para esta labor, para la que se creó una comisión especial.

Tanto Catón como Vélez tienen básicamente muchos elementos a su favor para poder llegar a la cima, a la fórmula 1. Vélez, con veinte años recién cumplidos, es algo más joven y más rápido que Catón, y su ascenso ha sido más fulgurante, pero en ambos está depositado el futuro del automovilismo español al más alto nivel.