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El congreso extraordinario del PSOE se celebrará a finales de septiembre

El congreso extraordinario del PSOE se celebrará, muy probablemente, en los últimos días de septiembre o primeros de octubre, según fuentes socialistas dignas de crédito. Este propósito inicial de la gestora del PSOE trata de no agotar el plazo dado por el congreso ordinario para convocar el extraordinario (seis meses) a la vista de la gravedad de la situación política por la que atraviesa el país, aunque tampoco es una fecha tan temprana como piden otros, porque la mecánica de convocatoria del congreso exige cierto tiempo.

Unas semanas antes (primeros de septiembre) habrá de celebrarse la elección de delegados, que en esta ocasión no se hará directamente por las agrupaciones locales, sino por provincias, regiones o nacionalidades. Los comités regionales o nacionales del partido -equivalentes, en cada región o ámbito territorial, al comité federal- decidirán cuál es el procedimiento de elección de representantes, y en este sentido algunas federaciones barajan dos posiciones: elección de compromisarios por las agrupaciones, que designarían posteriormente a los delegados, o bien pequeños congresos o asambleas en las que se designe la representación.La forma y los resultados de la elección serán decisivos para la marcha del congreso. Como pudo comprobarse en el anterior, el hecho de que triunfe una u otra tendencia depende en parte de la composición de las delegaciones. Una de las cuestiones más destacadas en los días posteriores al XXVIII Congreso es que la mayor parte de los cuadros del partido estaban ausentes de las delegaciones, ya que no se habían presentado a las elecciones por reunir la cualidad de diputados, alcaldes o concejales.

Las "corrientes" se preparan

Mientras tanto, las corrientes existentes en el seno del partido se encuentran ya en el período de preparación del congreso extraordinario. Algunos movimientos han salido ya a la superficie, como el aplazamiento de numerosos congresos previstos para este verano por las organizaciones del partido -las federaciones valenciana, andaluza y madrileña, las Juventudes Socialistas, etcétera-, aplazamientos generalmente propugnados por los hombres considerados próximos a la línea de Felipe González o Alfonso Guerra, con el fin de evitar guerras localizadas antes del congreso federal de otoño; otros congresos, sin embargo, van a celebrarse a toda costa, y ejemplo de ello son los de la Federación Extremeña, a la que pertenece Pablo Castellano -se realiza este fin de semana- o el de la Federación Gallega, previsto para julio.Los hombres próximos a Felipe González y Alfonso Guerra han permanecido en un discreto silencio durante las semanas posteriores al congreso, aunque todo indica que pronto saldrán del mismo y que el trabajo de ponencias y captación de militantes es su principal tarea del momento en el interior del partido. Otro tanto puede decirse de la llamada corriente crítica o radical, que se ha manifestado mucho más temprano, sobre todo a la vista de la presión generalizada que sufrió durante los días inmediatamente posteriores al congreso, y por tanto en una reacción más defensiva que ofensiva.

La postura actual de algunas de las principales figuras del sector crítico o radical es la de buscar una «síntesis» entre las distintas posiciones, donde los problemas de funcionamiento del partido -más apertura, más democracia interna- sean la moneda de cambio de cesiones en otros aspectos vinculados a la ortodoxia ideológica, aunque sin llegar a abandonar el famoso principio inspirador que, en apariencia, es el origen de toda esta batalla. En definitiva, no está descartada una negociación.

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