No es deseable, el ejercicio de la huelga en Sanidad

El ejercicio de la huelga por parte de los médicos, siendo un derecho reconocido por la Constitución y por tanto posible, no es deseable en atención a la deontología de la profesión. Tal es la conclusión del encuentro internacional que, organizado por el Sindicato Médico Libre de España, que preside el doctor Amérigo, tuvo lugar ayer en Palma de Mallorca, con participación de representantes de diversas organizaciones corporativistas de la clase médica europea.La celebración de este encuentro, en el que la única participación ajena al corporativismo médico corrió a cargo del doctor Pablo Recio, secretario de organización de la UGT-Sanidad -quien, no obstante, dijo expresar su opinón personal y no la de la central socialista- coincide con el final de una nueva huelga en la Sanidad Nacional, que estos días tuvo lugar.

Sin entrar en la valoración de las relaciones que mantiene el Sindicato Médico Libre de España con la Administración, sí es preciso resenar que entre los participantes del encuentro, por parte de nuestro país, figura el anterior secretario de Estado para la Seguridad Social, Luis Garnir, y el nuevo titular de la Secretaría de Estado para la Sanidad, nombrado en el Consejo de Ministros de ayer, doctor Segovia Arana.

El señor Gamir no participó en el debate sobre la huelga, ya que su intervención se centró en el tema de la negociación entre los médicos y la Administración, mientras que el doctor Segovia recordó que el origen de los hospitales está en la función médica con que fueron creados. "La delegación de parte de esta función en personas ajenas a la profesión origina la presencia de los administradores y la aparición de los problemas laborales, sociales y económicos."

Sin pronunciarse en concreto sobre el ejercicio de la huelga por parte de los médicos, el nuevo responsable de la sanidad del país señaló «la hipocresía que supone hablar de urgencias en caso de huelga. más aún si, como ocurre con frecuencia, quien determina lo que es o no urgente son los comités de huelga.

El presidente de la comisión deontológica del Colegio de Médicos de Madrid, doctor Aizpún, explicó que la huelga médica se aceptó en el código deontológico español en el año 1967, «año en el que España entera era una huelga». No obstante, «la huelga nunca debe afectar a la terapéutica inaplazable».

Para Pablo Recio, el ejercicio de la huelga es un derecho irrenunciable, aunque reconociendo.,a exclusividad médica en la planificación técnica de la misma y, eso sí, dando participación en la organización de la asistencia sanitaria en situación de conflicto a otros estamentos hospitalarios en contacto con el enfermo. El dirigente ugetista denunció lo que considera posible falta de capacidad por parte de los médicos para, de alguna forma, seguir el actual ritmo social.

En este sentido, el periodista Felipe Mellizo -un cierto sentimiento generalizado denunció una determinada predisposición de la prensa en contra de las reivincicaciones laborales de los médicos explicó la doble faceta que concurre en el profesional de la medicina, y que va desde la simple imagen de un trabajador más, en el que se da la circunstancia de que los medios de producción están en su propia mano, hasta la imagen reverencial del brujo.

Las opiniones de las representaciones extranjeras coincidieron, desde sus respectivas experiencias, en señalar la dificultad ética y inaterial para que los médicos puedan apoyar sus reivindicaciones socioprofesionales con la huelga.

Entre las intervenciones de los representantes europeos destacaron las del alemán Klaus Noadrer, gerente del Sindicato Médico Libre Alemán, quien redujo el ejercicio de la huelga al resultado de la fricción que originan las relaciones entre el capital y el trabajo -"El médico, como el funcionario público, no es trabajador ni capitalista; por tanto, no tiene que ir a la huelga»-, y la del belga Wynen, secretario de la Asociación Médica Mundial, para quien «el único lenguaje que entienden los políticos es la presión sindical, aunque hemos de tener en cuenta que ni el término sindicato y huelga tienen para los médicos el mismo significado que para otros medios de la producción».

Para el doctor Wynen, «ya es hora de que la medicina sea desmitificada», ya que los problemas laborales entre la clase médica «están relacionados con la moral profesional y hasta con la moral democrática».