"El proceso autonómico, clave de la estabilidad española"
«La estabilidad de España puede estar afectada únicamente por los problemas que puedan derivarse de, la organización territorial, la conflictividad social o la excesiva radicalización de la clase política», dijo ayer en Bilbao el presidente del Banco de Vizcaya, Angel Galíndez, ante la junta general de accionistas de la entidad que preside.Con respecto al tema vasco, el señor Galíndez hizo algún leve apunte en su discurso para señalar que el avance en la nueva organización territorial debe hacerse con «altura de miras, realismo, generosidad y comprensión por parte de todos».
Con respecto a la situación económica, el presidente del Vizcaya destacó como primer problema el de la impenitente falta de inversión desde hace cuatro años, que empeora la grave: situación del desempleo. Apuntó como necesario que se combine la política monetaria con otras fiscales y presupuestarias para que el ajuste que reclama la inflación no recaiga únicamente en el crédito privado. Pidió un crecimiento económico ordenado en base a reducción del déficit presupuestario, recomposición de los beneficios empresariales, ayuda a sectores en crisis y a la bolsa, incentivos fiscales y retención de beneficios. Con respecto al paro, además de pedir apoyo a la inversión, señaló que es necesario flexibilizar la estructura de las plantillas de forma que: haya rotación de paro y mayor margen de actuación.
El consejero delegado, Pedro de Toledo, que comparecía por primera vez corrio tal ante los accionistas, comentó la marcha del ejercicio, los resultados, la política futura de la entidad y algunos otros aspectos específicos del negocio bancario.
Ampliaciones con cargo a regularización
El tema más importante para los accionistas (125.000 en estos momentos) fue quizá el de la regularización de balances realizada por el Vizcaya en este ejercicio, que permiten una detación a reservas capitalizables de unos recursos próximos a la cifra de capital. Señaló que la voluntad del banco es capitalizar en los dos próximos ejercicios mediante ampliaciones gratuitas o con pequeño desembolso los fondos regularizados, que suponen la cifra de 6.700 millones. A, esta cifra habrá que añadir lo que pueda resultar de la regularización de balances contenida en el proyecto de ley de presupuestos pendiente de discusión en las Cortes, que puede suponer otros 4.000 millones o una cifra superior. Anunció el señor Toledo que el deseo de la dirección del banco es realizar una ampliación liberada este mismo año, aunque el tema está pendiente de trámites administrativos de verificación de las regularizaciones.La correspondiente a la amnistía fiscal de noviembre de 1977 ha supuesto para el Vizcaya la afloración, libre de impuestos, de fondos por valor de 3.202 millones de pesetas, que serán transformados en acciones del banco para repartir gratuitamente a los accionistas.Además del capítulo de regularizaciones, destacó el consejero delegado del Vizcaya la fuerte dotación para fondos de autoseguro y de amortización de cartera realizadas en el pasado ejercicio (véase cuadro). Esta política es propia de etapas de crisis y en los mismos términos, dijo, la han desarrollado los grandes bancos americanos.
En cuanto a las estrategias futuras del banco, apuntó a lo largo de su discurso la necesidad de completar una extensión equilibrada por todo el país; la necesidad de acercarse a las economías domésticas a la hora de captar recursos en competencia con las cajas; la importancia del negocio exterior, y el desarrollo de técnicas de dirección por objetivos con amplio reparto de responsabilidades.
A lo largo de la intervención, así como en la memoria, se facilitaron datos sobre el banco y su actividad hasta ahora inéditos y que, en general, son poco habituales. Comentando la circular del Banco de España sobre mayor transparencia contable indicó que es de esperar que esta práctica se extienda a otros sectores privados y, fundamentalmente, a las empresas y actividades públicas.
Entre los temas generales bancarios apuntados por el señor Toledo cabe destacar únicamente los siguientes:
- El encarecimiento de los tipos de activo (crédito y descuento) se ha debido más a la falta de recursos que a la presión de los costes, tanto generales (personal u otros), como de los depósitos.
- La discriminación de los tipos de interés legales por plazos es incompleta y casi falsa, ya que en realidad las diferencias de precios se basan más en la cantidad que en el tiempo.
- El proceso de inflación daña la solvencia de forma que se precisa una reconstitución de los recursos propios por regularización de activos reales, retención de beneficios o aportación de capital adicional.
