La CEE pretende congelar los precios agrarios

Respetando la tradición anual, los ministros de Agricultura de los. nueve países del Mercado Común iniciaron en Bruselas su marathon, destinada a determinar los precios agrícolas garantizados para nueve millones de agricultores de la CEE, válidos para la campaña 1979-80, que comenzará el próximo 1 de abril. Las diferencias básicas en el momento de iniciar las reuniones, que pueden durar varios días, se caracterizan en las propuestas de la Comisión Europea de «congelar» los precios a su nivel actual, las peticiones de los agricultores europeos de aumentos mínimos que oscilen entre el 4% y el 5%, según productos, y las discrepancias entre países, que van desde los británicos, favorables a la «congelación», hasta los franceses -actuales presidentes del Consejo de la CEE-, que presentan un compromiso de aumento medio del orden del 2%.Finn Olav Gundelach, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la «Europa verde», considera que los beneficios del agricultor europeo son suficientes para mantener los precios a su nivel actual. Se trata de defender los intereses del consumidor y evitar un incremento de la inflación. Por otra parte, la Comisión Europea completa sus medidas agrarias para la nueva campaña, con penalizaciones al productor en productos lácteos -a través de un impuesto del orden del 2%, cuyos recursos se invierten en publicidad para incrementar el consumo-, a fin de reducir los excedentes de leche en polvo, 780.000 toneladas, y mantequilla, 52.000 toneladas. Estas medidas se suman a las primas otorgadas para el sacrificio de vacas lecheras (678.000 fueron retiradas del mercado, en una cabaña de veinticinco millones de vacas lecheras en la CEE) y orientar la producción de carne bovina, de la que carece el Mercado Común.

La visión «eurocrática» de la Comisión Europea -que no depende directamente del electoragricultor- no recibe el visto bueno ni de los campesinos, ni de los poderes públicos. Una manifestación de agricultores frente al edificio Carlomagne, donde se reúne el Consejo Agrícola, lo recordó a los ministros. El COPA (Comité de Organizaciones Profesionales Agrícolas de la CEE) pide aumentos de precios y recuerda que los beneficios del agricultor son inferiores a los de otros sectores profesionales. El Parlamento Europeo apoya las reivindicaciones de los agricultores y solicita que la Comisión revise sus propuestas y aumente, por lo menos, los precios en un 3 %. Los ministros, en función de la situación interna de cada país, discrepan también de las propuestas de la Comisión. El británico John Silkin apoya la «congelación», pensando en los consumidores ingleses, que atribuyen todas las subidas de la «cesta de la compra» al Mercado Común. El italiano Giovanni Marcora apoya un aumento de precios. El francés Pierre Mehaignerie defiende también una ligera subida de precios.