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Tensión en las elecciones de la Caja de Ahorros de Valencia

La asamblea general ordinaria de la Caja de Ahorros de Valencia eligió ayer a siete nuevos miembros del consejo de administración para cubrir las vacantes de tres consejeros representantes directos de los impositores y cuatro personalidades de prestigio profesional y científico pertenecientes a obras de la entidad.Los resultados de las votaciones fueron ampliamente favorables a las candidaturas «oficialistas», aunque entre las 203 personas que integran la asamblea se mostraron por primera vez algunas actitudes críticas por la falta de participación con que se había procedido a presentar los candidatos para cubrir las vacantes.

En representación de personalidades quedó aprobada la única candidatura propuesta por la junta y que al no tener oponente resultó proclamada automáticamente. La integran el presidente saliente, Marcelino Alamar, el ex vicepresidente primero Sandalio de Miguel, Enrique Vallbona y Eduardo Primo Yúfera, antiguo presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Para cubrir las tres vacantes correspondientes a los impositores salió elegida una de las dos candidaturas completas presentadas a la. asamblea y que está formada por el juez del tribunal eclesiástico Evaristo Sebastiá; el secretario de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Enrique Simó, próximo a la línea «dura» de la patronal, y el abogado Manuel Oliag, hijo del que fue presidente de la caja hasta 1931.

De los siete consejeros salientes no se han presentado a reelección tres de ellos, Francisco Ferrer Oyanguren y el sacerdote Benjamín Civera, ambos cesantes por razones de edad y Manuel Broseta, ex secretario del consejo de administración, candidato al Senado por UCD.

En un ambiente de tensión, que algunos consejeros calificaron de «toque de atención a la dirección de la caja», transcurrió la parte final de esta sesión, destinada a la elección de miembros del consejo. Era necesario presentar una credencial para entrar a la asamblea, cuyo acceso no se consideró oportuno autorizar a los medios informativos.

En una de las intervenciones, según ha podido saber EL PAIS, se reclamaron más facilidades para que los componentes de la asamblea pudieran reunirse en locales de la caja antes de la celebración de asambleas, pues en esta ocasión a un grupo de ellos no se les facilitó. Otras opiniones hicieron referencia a la falta de opciones para cubrir las vacantes de personalidades y el carácter precipitado con que la mesa sometía su candidatura a la asamblea, pidiéndose el aplazamiento. Asimismo, según estas fuentes, se solicitó explicación sobre el adelantamiento al domingo de la renovación fijada por los estatutos para julio próximo, al vencer los cuatro años, a lo que respondió un destacado miembro del equipo técnico de dirección razonando el carácter facultativo que en este punto establecen los estatutos.

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