La cuadra Covadonga demanda a la Sociedad de Fomento

El pasado día 2 los comisarios de la Sociedad de Fomento y Cría Caballar de España -órgano rector de las carreras de caballos- hicieron públicos los acuerdos adoptados por ellos, en una reunión mantenida el día 24 de enero, sobre el caso de la yegua Zamorana, presuntamente dopada. La yegua, propiedad de la cuadra Covadonga y entrenada por Gualberto Pérez, fue distanciada en los premios Mauriac y Capelán, por haber corrido -según los comisarios- bajo los efectos de bicarbonato. La cuadra Covadonga ha presentado un recurso contra la sanción y también una demanda judicial por difamación.

La investigación no ha terminado todavía y los comisarios, según informaban en la nota hecha pública, afirmaban que seguiría estudiándose el tema, para conocer con exactitud la responsabilidad que pudiera derivarse de estos hechos. En ningún momento en la nota se hablaba de sanción al preparador Gualberto Pérez, aunque se esperaba y se espera que se pueda producir. Lo que sí se le pedía al preparador era que presentara en breve todas las pruebas que podrían descargarle de los hechos de los que se le acusaban. Así, el pasado día 5, Gualberto Pérez presentó un amplio informe realizado en colaboración con el profesor de la facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Rodríguez. En este dossier, Gualberto Pérez se declara una vez más inocente de las acusaciones que se le hacen.En el escrito enviado a los responsables de la cuadra Covadonga por los comisarios se les informa de que las cantidades de bicarbonato encontradas en los análisis de orina de Zamorana son de 3,7 gramos y 4,48 gramos por litro. A esta carta, enviada por el secretario general de la Sociedad de Fomento, conde de Guaqui, los responsables de Zamorana han contestado que basándose en numerosos libros de texto utilizados en las facultades de veterinaria de numerosos países -Francia, Inglaterra o Estados Unidos, por ejemplo- se dice que unos veinte gramos de bicarbonato por litro de orina son cifras normales, hasta en un 25 % de los caballos que corren.

Los analistas de la Sociedad de Fomento, encargados de vigilar el doping, se escudan en que durante la carrera se producen componentes ácidos, que se eliminan por la orina. Según el informe presentado por la cuadra Covadonga y que se funda en estudios realizados por numerosos investigadores veterinarios de fama mundial, esta afirmación no tiene ningún peso, en caballos que llegan a la pista con la vejiga totalmente llena. En la pista y luego en las diversas manipulaciones que sufren los caballos en el salivario -dependencia donde se recogen las muestras para los análisis- no segregan más de cincuenta centímetros cúbicos, teniendo en cuenta que pueden llevar hasta tres litros de orina.

Los técnicos de la Sociedad de Fomento consideran normal sólo hasta un gramo por litro, basándose en experiencias propias.

Por otro lado, el informe presentado por la cuadra Covadonga dice, que en forma de alimentos, un caballo de unos 450 kilos de peso puede consumir al día un mínimo de quince gramos de bicarbonato. Por ello, dosis como la de Zamorana, de tres o cuatro gramos, más que pertenecer a un caballo, parecen pertenecer a un poney. Las dosis normales, por tanto son de cuarenta a sesenta gramos, para un caballo, y otras un poco más altas, de hasta doscientos o cuatrocientos gramos por litro. Estas dosis son las recomendadas como normales.

Otra de las suposiciones en las que apoyan su sanción los comisarios de la Sociedad de Fomento es que el bicarbonato puede ocultar anfetaminas. A esto, el informe contesta que en un estudio publicado en 1977, en Newmarket -uno de los hipódromos más famosos del mundo-, se dice que los cambios del pH urinario no afectan la filtración renal en cuanto a las anfetaminas.