Amplio movimiento contra los planes de desarrollo de la sierra norte

El Grupo Abierto para la Ordenación del Territorio (GATO), organización de base en la que participan arquitectos, ecologistas, naturistas y vecinos en general, ha mostrado sus reservas ante los recientes planes de desarrollo de la sierra norte de Madrid, promovidos desde dos organismos diferentes, la Diputación Provincial (Plan de Promoción de la sierra pobre) y Coplaco (Plan Especial de Esparcimiento). En su opinión, y bajo el pretexto de salvaguardar la sierra de la zona norte de Madrid, la Administración central y provincial, es posible que se esté fraguando una operación de gran envergadura para la iniciativa inmobiliaria, una vez agotadas las posibilidades de expansión de la sierra de Guadarrama.Las áreas que ahora se quiere promocionar han sufrido un tremendo proceso migratorio en las tres últimas décadas, debido a la falta de horizontes para su población joven. En la sierra de Guadarrama se ha hecho desde los poderes públicos una utilización demagógica para justificar la utilización de los pocos recursos naturales que aún subsisten, despreciando los intereses de las pequeñas comunidades que aún conservan su emplazamiento y de los intereses colectivos en general.

El GATO, a través de su comunicado, muestra ahora su desconfianza del repentino interés de la Administración por salvar la sierra norte, y denuncia, de entrada, la elaboración de unos planes redactados de espaldas a la participación ciudadana y los organismos populares más directamente interesados por este tipo de temas.

En base a estas ideas generales, el GATO solicita una serie de puntos a cumplir por la Administración. Se citan la preservación real de los recursos naturales del área de influencia de Madrid, la utilización de esos mismos recursos directamente en beneficio de la colectividad, mediante una reforma agraria en profundidad, un efectivo desarrollo agrario con la consiguiente limitación a la concentración de inversiones públicas en las áreas urbanas.

El programa propuesto por el GATO incluye, además, la redacción y aprobación de planes directores territoriales con participación pública y directa y dotados de presupuesto económico. Planes que deben tener carácter vinculante tanto para la iniciativa privada como a para la pública.