La TV francesa tiene publicidad limitada y canon por aparatos en color y negro
En Francia hay, en números redondos, quince millones de televisores. Los que transmiten en blanco y negro pagan cada uno anualmente un impuesto de 178 francos (unas 3.000 pesetas). Los de color, 267 francos (5.000 pesetas). Por lo que se refiere a publicidad, en este país ningún programa puede ser interrumpido para dar cabida a espacios publicitarios. Según la ley de 1974, de los tres canales en funcionamiento, ofrecen publicidad el uno y el dos. Esta publicidad deben repartirla a lo largo de sus emisiones, pero antes de empezar o al final. Cada canal, como máximo, puede emitir diariamente veinticuatro minutos de publicidad. Ahora bien, al final del año, la media anual no puede superar los dieciocho minutos diarios en cada canal. En la práctica, hasta la fecha, no se ha llegado nunca a cubrir esta medía de dieciocho minutos de publicidad cotidianos. El importe de esta publicidad, el año pasado, alcanzó 991 millones de francos, y este año de 1978, estiman los expertos de la TV francesa que llegará a los mil millones de francos de recaudación publicitaria (unos 17.000 millones de pesetas).
