El problema del rugby sevillano, demasiado oscuro
La situación del rugby sevillano tras los últimos acontecimientos registrados no resulta demasiado clara. El ultimátum de separarse competitivamente de la Federación Española no tendrá efectos en ésta. El diálogo debería ser siempre mejor camino que las amenazas, cuando la postura federativa no es más que un reflejo de lo que puede hacer. dependiente del Consejo Superior. El problema de la falta de campos, raíz del problema, desborda una vez más a este organismo. El tema se planteó a primeros de octubre, al comenzar la Liga de Primera División. cuándo la Federación Sevillana, de acuerdo con los clubs, decidió no jugar sus partidos. Llamados a Madrid los presidentes de dicha Federación y de la Pranadina -cuyos equipos también juegan en el mismo grupo Sur- la Española trató de que se llegara a un acuerdo y se jugasen los encuentros aplazados. Granada, sin embargo, se negó y pidió la aplicación del reglamento, por lo que se les dio a los equipos sevillanos que debieron viajar a Granada -donde sí hay campos- sus partidos perdidos por incomparecencia. En el acuerdo del Comité de Competición. siempre con la idea deportiva de «jugar». se dijo que si había clubs de acuerdo -sin los granadinos- los partidos restantes podrían jugarse sin sanción. Sevilla ha presentado un recurso ante esto, alegando que o se sanciona a todos o a ninguno.Lo absurdo es que la Federación Sevillana ha pedido la adhesión a dicho recurso a los equipos granadinos, que, se supone no estuvieron de acuerdo en jugar anteriormente. Dos de ellos, no implicados, se han adherido ya. La maniobra parece, pues, más encaminada a hacer un acto de fuerza relvindicativa por los campos que otra cosa. Y en este tema tampoco es sólo culpable el CSD -caso Chapina-, sino otros organismos.
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