Los Mundiales de Gimnasia desvelerá la incógnita de Nadia Comaneci
El domingo se inicia en la ciudad francesa de Estrasburgo, sede del Consejo de Europa, los Campeonatos del Mundo de Gimnasia. La actualidad de este deporte básico, sin embargo, comenzará ya hoy y manana con las reuniones dela asamblea general de la Federación Internacional, que estudiará la posible admisión de China Popular. En el plano competitivo el interés se centrará en observar los resultados de Nadia Comaneci, la «niña prodigio» que asombró al mundo en los pasados Juegos Olimpicos de Montreal.
Casi cuatrocientos gimnastas, 180 masculinos y 196 femeninos, pertenecientes a 32 países, disputarán a partir del domingo en Estrasburgo, hasta el siguiente, 29, los XIX Campeonatos del Mundo. Los países que pueden presentar hasta seis gimnastas para la competición por equipos serán veintitrés masculinos y veintiséis femeninos. Los restantes sólo competirán en la competición individual. Ni en un caso ni en otro estará presente China Popular, que en esta ocasión sólo aspira a ser admitida como miembro de la Federación Internacional tras las reuniones de la asamblea general de hoy y mañana.Los chinos, después de su «éxito» al entrar en la Federación Internacional de Atletismo hace pocos días, no parece que encontrarán dificultades para repetir la experiencia. Lo que no se sabe es si, en esta ocasión, la FIG añadirá la arriesgada y casi imposible cláusula a cumplir de que los taiwaneses -expulsada Taiwan, considerada provincia, como condición sine qua non para la admisión de China- podrán participar en competiciones internacionales representando a la República Popular continental. La IAAF acordó esto «al recibir la garantía» de que los atletas de Taiwan tendrían todas las facilidades de China-
El problema, naturalmente, es que los «isleños» quieran aceptarlas, por muchas posibilidades que se les dé, aunque parezcan muchas. Li Menghua, vicepresidente de la Federación de los Deportes y presidente de la Asociación Atlética, aseguró tras el éxito de la admisión atlética que los deportistas de Taiwan podrían entrar y salir libremente en China a disputar competiciones, pero no dejó de recordar, al agradecer la decisión de la IAAF, que su país había estado -y aún está- en una situación «extremadamente» absurda, al ser usurpado su lugar por las «seudoorganizaciones» deportivas de Taiwan y de otras federaciones.
El problema político entre China Popular y Taiwan difícilmente lo paliarán soluciones deportivas así. La diplomacia del ping-pong era un juego de niños al lado de esto. No se puede olvidar, por ejemplo, que China rechazó en. 1976 la entrada en la FIFA, el máximo organismo futbolístico, porque una vez más planteó su ultimátum: expulsión de Taiwan. En Puerto Rico, la readmisión china en la IAAF estuvo patrocinada por Yugoslavia, Rumania, Gran Bretaña, RFA, Austria, Suiza, Brasil, Jamaica, India, y Japón. Si la gimnasia admite ahora a China, cuya tesis no era tan drástica, sólo faltarían trece federaciones internacional para tal reconocimiento, que aún admiten en su seno a Taiwan: balonmano, bobsleigh, boxeo, ciclismo, esquí, fútbol, hípica, hockey sobre hierba, judo, natación -junto con el fútbol y el ciclismo, otras parcelas ya importantes- tiro, trineos y vela. En China ni el boxeo ni el judo se practican, pero cabe señalar que en gimnasia es tal vez el deporte olímpico donde la nación asiática puede ser más competitivo.
La incógnita de Nadia
Al margen ya de la política deportiva, por denominarla de alguna forma, los Mundiales próximos a comenzar, que al menos en sus cinco últimos días tendrán -menos mal- cumplida información televisiva, serán los que desvelen finalmente la incógnita de Nadia Comaneci. El crecimiento de la «niña prodigio» de los Juegos Olímpicos de Montreal parece haber terminado con su carrera deportiva o, al menos, con aquella maravillosa gimnasta que consiguió los primeros «dieces», puntuación máxima, de la historia de la gimnasia. De hecho, la preocupación del equipo técnico rumarío es si Nadia podrá bajar los kilos de más que ha engordado en los últimos tiempos, cuando está a punto de cumplir los diecisiete anos.
Aparte de su desarrollo normal, los problemas de Nadia han sido también lo mucho que le gustan los dulces y sus supuestos amores por un cantante de música foIk bastante mayor que ella. Eso, al menos, se ha dejado traslucir del siempre hermético campo rumano, en el que ni siquiera se piensa como posible sustituta en Teodora Ungureanu, delfina eterna de Nadia Comaneci, y que ya ha cumplido los diecisiete años, sino en Emilia Eberle, de catorce, actual campeona nacional y de Europajunior. Rumania sabe que el camino de las «minigimnastas» abierto por la URSS no tiene más remedio que seguirlo si no quiere perder, en poco tiempo, todo lo logrado por su campeona olímpica.
En efecto, la gimnasia femenina tendrá en Estrasburgo la casi segura confirmación de que la escuela soviética, acrobática más que estilista, que inició Olga Korbut y han seguido María Filatova -diecisiete años- y Natalia Chapoclínikova -quince-, junto a las individuafidades germanas democráticas Kraeker o Kunhardt, se impondrá. Con la URSS estará todavía la veterana Nelly Kim -veintiún años-, que también en Montreal inauguró la puntuación de «diez» con Nadia Comaneci. Kim, sin embargo, será el contrapunto en su propio equipo de la escuela clásica de su país, que tuvo sus máximas exponentes en Larissa Latynina y en Ludmila Tourischeva, esposa del casi perdido y lesionado sprinter Valery Borzov. Ambas se dedican ahora al plano técnico, aunque la primera ha hecho un paréntesis en su tra bajo para integrarse en el comité,organizador de los próximos Jue gos Olímpicos de Moscú.
Nadia Comaneci ha declarado ya en Estrasburgo, tras varios en cuentros amistosos de preparacion en los que -en los campeonatos de su país, en septiembre, ni participó- incluso ha estado de suplente, que presentará nuevas dificultades en sus ejercicios en el suelo. Tal vez sea su única posibilidad, la de aprovechar una mayor potencia -sería un doble salto mortal hacia atrás en suelo-, pues difícilmente podrá volver a repetir su gracilidad en las paralelas asimétricas, por mencionar sólo su aparato más preciso.
Lo que sí parece claro es que nuevamente la gimnasia femenina será la atracción de los Mundiales, en detrimento de los hombres, cuyas cotas de dificultad en los ejercicios se alcanzaron mucho antes. Buena prueba de ello es que nuevamente el soviético y campeón olímpico Andrianov será el jefe de fila para arrebatar el título cedido a los habituales japoneses en los pasados mundiales, donde lo obtuvieron por novena vez consecutiva.
Naturalmente, muy por detrás de todo ello, porque el retraso de muchos años no se podrá evitar nunca en un sistema de educación física y deportivo como el nuestro, estarán unos cuantos españoles y españolas. Si hablamos de un, deporte básico como es la gimnasia, no podemos pedir milagros como el de Llopart en atletismo. Esos sólo se dan de cuando en cuando.
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