El presidente de Peugeot-Citroën garantiza que mantendrá el empleo en las plantas de Chrysler
El grupo Peugeot-Citroën anunció ayer en París las líneas generales de política industrial que piensa seguir tras su compra de las sucursales europeas de Chrysler Corporation. El presidente del directorio del grupo francés, Jean Paul Parayre, dijo ayer, en la rueda de prensa convocada al efecto, que «no habrá suspensión de empleos». Se mostró contrario a celebrar conversaciones, inmediatamente, con representantes sindicales de los trabajadores, que han expresado su «viva inquietud por el futuro del grupo», e insistió en que hará una política laboral «favorable a los intereses de los ciudadanos». El señor Parayre comentó que, en los últimos cinco años, su grupo había incrementado su masa laboral en 9.000 puestos de trabajo.
Las tres «preocupaciones» centrales que habrán de distinguir, según el señor Parayre, la estrategia industrial del grupo Peugeot-Citroën serán:1. «Descentralizar al máximo la gestión de cada sociedad integrante del grupo», aunque «el crecimiento de las dimensiones de nuestro grupo necesitará delegar las responsabilidades teniendo como corolario indispensable el refuerzo de los órganos de coordinación y control ».
2. «Mantener la independencia recíproca y la personalidad de cada constructor, de sus redes de distribución, de su gama y de su imagen pública.»
3. «Desarrollar las economías de escala, que permitan homogeneizar componentes y suministros para reducir costes.»
Tras esta filosofía general, Peugeot-Citroën ha iniciado una serie de estudios pormenorizados con respecto a cada una de las filiales europeas de Chrysler Corporation. El caso concreto de la filial española se considera como «completamente particular», aunque «se trata de un mercado interesante». El señor Parayre comentó que la fabricación de camiones pesados en España es «una actividad importante del grupo, que espera desarrollar activamente». «Somos conscientes de la preocupación que existe en España sobre estos problemas», agregó el señor Parayre. La estrategia industrial del grupo prevé «una extensión a, escala mundial de la competencia a la que Peugeot pretenda dar una respuesta más global bajo la forma de una concentración más efectiva de los medios financieros, de investigación y producción».
El señor Parayre insistió en la «continuidad» como el «carácter esencial de nuestra política de expansión», que ha convertido a su grupo en la multinacional europea más poderosa en la producción de automóviles, y en el quinto productor mundial.
Con respecto a las «reservas» manifestadas recientemente por varias representaciones sindicales, en Ginebra, el señor Parayre se mostró «dispuesto» a hacer una «declaración de principios», con respecto a una eventual garantía del pleno empleo y de salvaguardias financieras y sociales con respecto a los compromisos financieros y laborales del grupo Chrysler.
Buena parte de las preguntas de la rueda de prensa se centraron en los proyectos de Peugeot con Chrysler-Reino Unido. El señor Pareyre reiteró su criterio de que Peugeot reforzará la empresa británica siempre que sus trabajadores garanticen un nivel de productividad.
Sobre los datos de la operación financiera de compra de las tres filiales Chrysler, que aún no han sido desvelados, el señor Parayre indicó lo siguiente: las acciones Peugeot que se entregarán a Chrysler Corporation son a cambio de las de Chrysler Francia. Peugeot convocará su junta general para autorizar la correspondiente ampliación. La adquisición de Chrysler España y Gran Bretaña se hace con pago en metálico de 230 millones de dólares. Chrysler percibirá los dividendos de las acciones Peugeot que le corresponden a partir de 1980.
Las transferencias de titularidad de acciones se harán con anterioridad a enero del próximo año. Hasta el 30 de octubre de 1980 Chrysler percibirá los beneficios correspondientes al 49 % de las tres compañías filiales traspasadas a Peugeot.
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